Este viernes The New York Times informó que la administración del Presidente Trump pidió la renuncia a 46 fiscales de los Estados Unidos que habían sido nombrados durante la gestión del presidente Obama. La medida incluyó a Prett Bharara, Fiscal de los Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York, quien ocupaba el cargo desde 2009.
Bharara, ejerció su rol con una particular mano dura en casos de corrupción pública, delitos financieros y narcotráfico.
Canadá lleva contraria a Trump: Financiará abortos en otros países
De hecho, fue Bharara quien llevó adelante la acusación en contra de Efraín Campo Flores, y Franqui Francisco Flores De Freitas, sobrinos de la pareja presidencial venezolana, hallados culpables en noviembre de 2016 de conspirar para ingresar a territorio estadounidense 800 kilogramos de cocaína.
También estuvo entre sus manos el caso de Fabio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo, quien se declaró culpable de los mismos cargos que los sobrinos Flores.
Aunque los fiscales de los Estados Unidos son nombramientos políticos, y la solicitud del Departamento de Justicia de Trump es parte de un proceso rutinario, no todas las nuevas administraciones reemplazan a todos los fiscales al mismo tiempo.
La medida dictada por el Departamento de Justicia tomó por sorpresa a los neoyorquinos pues en noviembre, Bharara se reunió con el recién electo presidente en la Torre Trump y sus declaraciones a la prensa posteriores al encuentro revelaron que Trump le había pedido que se quedara y que él había aceptado.
En la tarde de este viernes el Fiscal de los Estados Unidos del Distrito Este de Nueva York, Robert Capers, emitió un comunicado indicando que “esta tarde, me instruyeron a renunciar a mi cargo como Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, efectivo el 10 de marzo de 2017”, se lee.
La gestión de Capers llevó adelante la acusación en contra de los directivos de las federaciones de fútbol y algunos miembros de la FIFA conocido como el Fifagate y lleva el caso del Chapo Guzmán.
Seguir leyendo en Diario Las Américas
