Estados Unidos oficializó este miércoles la duplicación de los aranceles a productos importados desde India, elevándolos al 50% en represalia por la persistente compra de petróleo ruso por parte del gobierno indio. Esta medida, anunciada por el presidente Donald Trump, marca una de las tarifas comerciales más altas impuestas por Washington a uno de sus principales socios y amenaza con afectar fuertemente sectores clave de la economía india como el textil, joyería, mariscos y alimentación.
El nuevo gravamen entró en vigor a partir de la medianoche y afecta a más de la mitad de los bienes que India exporta a Estados Unidos, su principal mercado exterior. Quedan exentos productos farmacéuticos, electrónicos y algunos insumos tecnológicos, aunque continúan investigaciones sobre industrias como el acero y aluminio que podrían derivar en nuevos aranceles en un futuro cercano.
Desde la Casa Blanca, Trump defendió la medida como una estrategia de presión comercial, acusando a Nueva Delhi de financiar la maquinaria bélica rusa a través de sus compras energéticas. India, segundo mayor importador de crudo ruso después de China, califica la decisión como injusta, injustificada e irrazonable; el gobierno de Narendra Modi prometió acciones internas para reducir la carga fiscal y apoyos a los exportadores.
El golpe comercial ha provocado la cancelación inmediata de pedidos en sectores afectados, avivando el temor de recortes de empleo y la pérdida de competitividad frente a rivales regionales. A la par, el Ministerio de Comercio indio anunció asistencia financiera y planes para diversificar exportaciones hacia otros mercados, como China y América Latina. La relación bilateral atraviesa un momento crítico y podría desembocar en nuevas represalias desde Nueva Delhi.
La tensión se produce en medio de un contexto internacional marcado por la fragmentación del comercio global y la búsqueda de autonomía económica por parte de India, que insiste en que sus importaciones de crudo ruso son esenciales para abastecer a una población de más de 1.400 millones de habitantes y evitar una escalada de precios en el mercado interno.