Donald Trump reapareció en un acto público, como reanudación de su campaña política, el pasado sábado 20/06 en Tulsa, Oklahoma, después de la llegada del coronavirus. La misma estuvo marcada por un detallazo que no se pudo ocultar: El recinto donde dio su discurso estaba repleto, pero de asientos vacíos, el mandatario dio algunas excusas en relación.
El Poítico
Trump ignoró las advertencias de salud para celebrar su primer mitin en 110 días tras el brote del COVID-19 que ha acabado con la vida de más de 120 mil estadounidenses y dejó a 40 millones sin trabajo.
La manifestación estaba destinada a reiniciar su esfuerzo de reelección a menos de cinco meses antes de que el presidente se enfrente a los votantes nuevamente.
“La elección en 2020 es muy simple”, dijo Trump. “¿Quieres inclinarte ante la mafia de izquierda, o quieres pararte alto y orgulloso como estadounidenses?”.
Trump desató meses de quejas acumuladas sobre el coronavirus, que denominó “gripe Kung”, un término racista para COVID-19, que se originó en China. También trató de defender su manejo de la pandemia, a pesar de que los casos continúan aumentando en muchos estados, incluido Oklahoma.
En las horas previas a la manifestación, las multitudes fueron significativamente más bajas de lo esperado, y los funcionarios de campaña descartaron los planes para que Trump abordara un espacio de desbordamiento al aire libre. Cuando Trump tronó que “la mayoría silenciosa es más fuerte que nunca”, aproximadamente un tercio de los asientos en su mitin interior estaban vacíos.
Trump trató de explicar el tamaño de la multitud con excusas culpando a los medios de comunicación por asustar a la gente e insistiendo en que había manifestantes afuera que estaban “haciendo cosas malas”. Pero las pequeñas multitudes de manifestantes previos a la manifestación fueron en gran parte pacíficas, y la policía de Tulsa informó solo un arresto.
Personal de campaña contagiado
Antes de la manifestación, la campaña de Trump reveló que seis miembros del personal que estaban ayudando a prepararse para el evento habían dado positivo por el coronavirus.
El director de comunicaciones de la campaña, Tim Murtaugh, dijo que ni los empleados afectados ni nadie que estuviera en contacto inmediato con ellos asistirían al evento.
El presidente se enfureció ante los asistentes de que los casos positivos de los empleados se habían hecho públicos, según dos funcionarios de la Casa Blanca y de campaña que hablaron bajo condición de anonimato con NBC Miami porque no estaban autorizados a hablar públicamente sobre conversaciones privadas.
Las excusas de Trump
El director de campaña, Brad Parscale, culpó a “manifestantes radicales, alimentados por una semana de cobertura mediática apocalíptica” por el sorteo deficiente.
El presidente adelantó esa propuesta. Dijo que “matones” asustaron a su multitud, culpando a las “noticias falsas” y “algunas personas muy malas afuera” por el sorteo deprimido.
“Había gente muy mala afuera, gente muy mala afuera haciendo cosas malas”, insistió Trump.
El presidente dijo que eran “matones” y “maníacos” y que su violencia llevó a la reducción de los eventos al aire libre.
Con información de NBC Miami