Donald Trump fue fiel a sus ideales pero suavizó el tono durante su primer discurso ante el Congreso. El presidente de Estados Unidos mostró su faceta más optimista, llamó a la unidad y expuso las principales propuestas para su primer año de gobierno pero sin ofrecer mayor detalle.
Félix R. Gutiérrez Rodríguez / El Político
"Recordaremos esta noche como el momento en que empezó este nuevo capítulo para la grandeza de Estados Unidos", dijo el titular de la Casa Blanca frente a los senadores.
El primer mandatario cree que “Estados Unidos está listo para liderar”. Para ello, se necesita dejar atrás las “peleas triviales” y unirse “por el bien del país”. Sin embargo, las declaraciones del magnate norteamericano fueron objeto hasta de burlas entre los representantes demócratas.
Fronteras fuertes
Trump está decidido a realizar un nuevo sistema migratorio basado en méritos y en la capacitación de candidatos para así garantizar que los extranjeros no le generen costos al Estado.
"Creo que una reforma migratoria real y positiva es posible, siempre que nos enfoquemos en tres objetivos: mejorar los trabajos y los salarios de los estadounidenses, reforzar nuestra seguridad nacional y restaurar el respeto por nuestras leyes", dijo el presidente.
Por eso insistió en la necesidad de construir lo más pronto posible un muro en la frontera con México, desmantelar carteles criminales y acabar con el “ambiente de caos” que, según él, se mantiene en la zona limítrofe con el país centroamericano.
También anunció la creación de una oficina que atenderá a los estadounidenses víctimas de crímenes cometidos por inmigrantes. La oficina se llamaría VOICE (Victims Of Immigration Crime Engagement).
Trump volvió a mencionar su compromiso con la lucha antiterrorista: "Como prometí, he ordenado al Departamento de Defensa que desarrolle un plan para destruir al Estado Islámico, una red de salvajes sin ley que ha matado a musulmanes y cristianos y a hombres, mujeres y niños de todas las creencias. Trabajaremos con nuestros aliados, incluyendo a nuestros amigos y aliados del mundo musulmán, para extinguir de la faz de la Tierra a este villano enemigo".
Reforma fiscal y de salud
Un recorte de impuestos a la clase media vendrá en la gestión de Trump, quién también reiteró su intención de aumentar el proteccionismo comercial: "No dejaré más que los otros países sigan tomando ventaja de nuestras empresas". Aunque dijo que creía en el comercio libre, este debe ser también un “comercio justo”.
Afirmó que su equipo “está desarrollando una reforma fiscal histórica que reducirá la tasa de impuestos de nuestras empresas para que puedan competir y triunfar donde sea”..
El presidente estadounidense también prometió un programa que reemplace el ObamaCare, el sistema de salud impulsado por el ex presidente Barack Obama y al cual Trump se ha referido como un “desastre”. Aseguró que los casi 20 millones de beneficiados de este sistema mantendrían su cobertura médica y que su administración no tocará los fondos para los programas de seguridad social de jubilados.
Anthony Zucher, reportero de BBC Washington, resaltó que aunque las propuestas de Trump fueron las de siempre, su discurso “fue pronunciado de manera más suave. Por una vez, habló y no gritó”. Cree que el mandatario “no dañó y hasta pudo haber ayudado a apaciguar las preocupaciones de los republicanos más críticos con el azaroso inicio de gestión. Ahora el Congreso debe convertir esas promesas en realidad. Y pese al tono del discurso, no va a ser fácil”.
"El tiempo de los pensamientos pequeños ha terminado. El tiempo de las peleas triviales ha quedado atrás. Sólo necesitamos el coraje para compartir los sueños que llenan nuestros corazones. El valor para expresar las esperanzas que conmocionan nuestras almas. Y la confianza para convertir esas esperanzas y sueños en acción".
Donald Trump, 28 de febrero de 2017