En 2008 en EEUU, en un país cada vez más polarizado políticamente, ambos candidatos presidenciales intentaron presentarse como opciones pospartidistas.
El Político
John McCain era visto como un "inconformista", menos comprometido que otros con las exigencias dogmáticas del Partido Republicano, mientras que Barack Obama ofrecía la posibilidad de salvar no sólo las divisiones raciales sino las crecientes brechas entre el rojo y el azul en el mapa electoral, reportó Politico.
Otras posturas en EEUU
Esa primavera, después de todo, Bill Bishop había publicado The Big Sort: Why the Clustering of Like-Minded America Is Tearing Us Apart.
En este libro, se presentan cifras sólidas y se da un nombre pegadizo a algo que la gente, de costa a costa, ya estaba sintiendo: Los estadounidenses estaban cada vez más divididos, clasificados, por así decirlo, en función de los ingresos, la ocupación y la educación, la religión, el estilo de vida y la visión del mundo. Y eso, a su vez, estaba teniendo drásticas implicaciones políticas.
Las estadísticas le respaldaban. En 1976, el 26,8% de los votantes vivían en condados "desbordados", es decir, condados en los que el ganador de las elecciones presidenciales ganaba por más del 20%. En 1996, era el 42,1, y en 2004, se acercaba a la mitad.
Campaña política mixta
"Es cada vez más improbable que los estadounidenses se encuentren en una compañía política mixta", escribió Bishop, "bolsas de ciudadanos con ideas afines que se han vuelto tan endogámicas", como dijo, "que no conocemos, no podemos entender y apenas podemos concebir a ‘esas personas'" que vivían de forma diferente, pensaban de forma diferente, votaban de forma diferente. La gente no elegía presidentes, sino bandos.
Bishop tiene ahora 68 años y está retirado de una carrera periodística que le llevó de Kentucky a Texas, donde ayudó a fundar y sigue siendo editor de The Daily Yonder, que cubre temas rurales.
Cinco años después de la publicación de su libro, se trasladó de la azul y cosmopolita Austin a la roja y rural La Grange; en un esfuerzo consciente por seguir su propio consejo ("La compañía mixta modera; la compañía afín polariza", escribió en The Big Sort) y reubicarse al otro lado de la división.
Esa decisión es parte de la razón por la que consiguió terminar nuestra conversación con una nota algo esperanzadora; sobre la capacidad de las comunidades para trascender la política nacional y actuar de forma cooperativa en problemas difíciles.
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