Prohibir la entrada de “comunistas” y “marxistas”, es la nueva propuesta de campaña para la inmigración a Estados Unidos por parte del expresidente Donald Trump.
El Político
Trump dijo que utilizaría la “sección 212 (f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad” para “ordenar a mi gobierno que niegue la entrada a todos los comunistas y a todos los marxistas”, reportó AP.
Propuesta de Trump
“Quienes vienen a disfrutar de nuestro país deben amar a nuestro país”, dijo Trump durante un discurso en una conferencia de la Coalición Fe y Libertad en Washington.
Y añadió “vamos a mantener a los comunistas, marxistas y socialistas extranjeros que odian a los cristianos fuera de Estados Unidos”.
Además, apuntó que se necesita una “nueva ley” para hacer frente a los comunistas y marxistas que crecieron en el país, pero no ofreció más detalles.
¿Por qué es importante?
El anuncio recordó a los vetos que impuso a viajeros procedentes de varios países de mayoría musulmana durante su primer mandato, que fueron criticados por ser antimusulmanes y fueron revocados por el presidente Joe Biden.
La propuesta de Trump planteó dudas acerca de si una ley con décadas de antigüedad podría emplearse realmente para impedir la entrada de todos los migrantes comunistas y marxistas al país.
Además, de cómo funcionaria y por qué Trump está tan centrado en esas teorías políticas en un país donde tienen pocos adeptos.
Reacciones a la propuesta de Trump
Las palabras de Trump acerca de prohibir la entrada a los comunistas y marxistas recuerdan a una de las medidas más polémicas de su gobierno, a la que los críticos suelen referirse como el veto a los viajes de musulmanes.
Los contrarios citaron los tuits y la retórica del propio Trump para alegar que esta medida era discriminatoria contra los musulmanes. Pero la Corte Suprema se decantó a favor de Trump por 5 votos a 4.
El presidente del tribunal, John Roberts, explicó en su día en una opinión mayoritaria que los jueces no estaban valorando si se trataba de una buena política, sino si entraba dentro de la considerable autoridad presidencial sobre migración y su responsabilidad para mantener la seguridad en el país.
Panorama general
Andrew Arthur, exjuez de inmigración y miembro del Centro de Estudios de Inmigración, dijo que el caso era un indicador claro que le hacía pensar que Trump estaría en terreno legal sólido si tratase de impedir la entrada de comunistas y marxistas al país.
Además, apuntó que los ciudadanos extranjeros que intentar ingresar al país tienen muy pocos de los derechos que la constitución concede a los estadounidenses.
Trump no fue el primer presidente en emplear este poder migratorio específico para limitar el acceso. Un reporte del Servicio de Investigación de Congreso de 2020 señaló casos en los que otros presidentes habían recurrido a él, pero indicó que Trump lo utilizó para imponer restricciones más amplias que sus predecesores.
Principales afectados
Los analistas señalan directamente a un país: China, donde decenas de millones de personas son miembros del Partido Comunista.
Bates Gill, director ejecutivo del Centro para Análisis de China del Asia Society, dijo que una medida de este tipo afectaría sobre todo a China y debería analizarse desde esa perspectiva.
Más allá del gran número de afiliados que son funcionarios del gobierno chino, la membresía ha sido tradicionalmente una vía de ascenso para ciudadanos a menudo bien educados, procedentes de entornos urbanos y con un perfil internacional. Desde finales de la década de 1990, también los empresarios se han unido al partido, apuntó.
“En esencia, se estaría impidiendo la entrada de la élite china a Estados Unidos”, dijo. “Sería inmenso y arrollador y, por supuesto, muy perjudicial para la relación con China”.
Conclusión
Sembrar el miedo a que comunistas y marxistas estén a punto de hacerse con el control del país le ha dado resultado a la hora de movilizar a sus bases.
Aunque no existe un riesgo real de que Estados Unidos pueda convertirse pronto en un “régimen marxista del tercer mundo”, como ha sugerido Trump, estos ataques le han ayudado a avivar las emociones de los votantes en un país con un largo historial de sentimiento anticomunista.
La táctica le ha ayudado también a atraer a algunos migrantes cuyas familias sufrieron opresión y persecución política bajo regímenes comunistas en países como Venezuela, Cuba y Vietnam.