El primer grupo organizado de turistas chinos ha llegado a Crimea, península que habían eludido hasta ahora como destino de viaje debido a la postura oficial de su país en defensa de la integridad territorial de Ucrania.
"Es el primer grupo oficial de turistas chinos. Su objetivo es ver Crimea. Han cruzado la frontera sin visado en el marco del acuerdo firmado entre ambos países", aseguró Alexéi Cherniak, presidente del Comité de Turismo de Crimea, a medios locales.
Los catorce turistas chinos no están interesados en la playa, como muchos de los tradicionales visitantes de la península, sino en actividades históricas, culturales y gastronómicas.
En los seis días que permanecerán en la península esperan visitar museos, fortalezas, iglesias y la histórica ciudad tártara de Bajchisarái, además de degustar el famoso vino crimeo.
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Las autoridades, que realizaron en mayo un viaje al gigante asiático para alentar el turismo chino, destacaron la importancia de la llegada del primer grupo de turistas de ese país para la economía de la región.
Esperan que la llegada de turistas chinos sirva para romper el hielo y anime a otros países a organizar viajes en grupo a Crimea, lo que permitirá aumentar el flujo de visitantes en la temporada baja, es decir, en otoño e invierno.
China, uno de cuyos dogmas de su política estatal es la defensa de la integridad territorial y su lucha contra el separatismo en el Tíbet y Xinjiang, nunca ha reconocido la anexión rusa de Crimea y así se lo hizo saber a Ucrania.
Recientemente, Cherniak aseguró que a 1 de septiembre Crimea había recibido más de 4,2 millones de visitantes, casi un 30 por ciento más que en los primeros ocho meses de 2015, entre los que figura un millón de turistas ucranianos.
El balneario de Yalta, que se hizo famoso por la conferencia internacional celebrada en febrero de 1945 con Stalin, Roosevelt y Churchill como principales invitados, y sus playas acogen más del 40 por ciento de los turistas.
El objetivo que se han marcado las autoridades locales son los 6 millones de turistas, para lo que confían en las reservas en época navideña, ya que en Crimea las temperaturas nunca bajan de cero grados en la costa.
Con información de EFE
