Un juzgado de la ciudad de Esmirna, en la costa egea de Turquía, ha decretado hoy prisión preventiva para 30 personas acusadas de organizar el traslado ilegal de refugiados y emigrantes por mar a las islas griegas.
La operación arrancó en octubre pasado, y desde entonces, la policía de la provincia de Esmirna ha atrapado a medio millar de personas a punto de embarcarse para alcanzar alguna de las cercanas islas griegas, informa el diario Hürriyet.
Las autoridades abortaron así el viaje de 400 sirios, 31 marroquíes, 17 afganos, 11 bengalíes, 11 iraníes y algunos individuos de Ghana, Mali, Congo, Eritrea, Irak, Yemen y Birmania.
También se incautaron de 4 lanchas neumáticas, un motor fueraborda, 188 salvavidas y seis bombas de aire.
De las 30 personas enviadas a prisión preventiva, 27 son ciudadanos turcos y tres, sirios.
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Otra operación, lanzada el martes pasado en cinco provincias, ha desembocado en la detención de otros 19 sospechosos de tráfico de personas, tanto turcos como sirios, que serán llevados hoy ante el juez.
En los registros, la policía se incautó de dos pistolas de fogueo con munición y cheques y pagarés por valor de unas 200.000 liras (50.000 euros).
El flujo de refugiados e inmigrantes desde las costas turcas a las islas griegas de Lesbos, Kos, Quíos y Samos, que antes se cifraba en varios miles al día, se ha reducido enormemente desde que entró en vigor el 20 de marzo pasado el acuerdo entre Ankara y Bruselas por el que todas las personas que llegan a estas islas pueden ser deportadas de vuelta a Turquía.
Pero todavía llegan prácticamente todos los días entre una decena y un centenar de personas a estas islas, desde donde esperan pasar a la Grecia continental y seguir viaje a Europa central.
Con información EFE