Un artículo de opinión publicado el jueves 27 de mayo, en el Washington Post denuncia el encubrimiento de abusos sexuales y casos de pedofilia que se habrían producido durante años en el ámbito de El Sistema.
El Político
Se trata del reconocido programa de orquestas juveniles creado en 1975 por José Antonio Abreu, y del que han salido músicos de la talla de Gustavo Dudamel.
Podría parecer de entrada un capítulo más de la propaganda antichavista, pero el artículo viene avalado por dos firmas prestigiosas, las de Geoff Baker, profesor de música en la Royal Holloway Universidad de Londres y autor del libro El Sistema: Orchestrating Venezuela’s Youth, y la de William Cheng, profesor asociado de música en el Dartmouth College.
A finales de abril, una antigua alumna de El Sistema, Angie Cantero, hizo pública en Facebook su historia, en la que afirmaba haber recibido propuestas sexuales de profesores de El Sistema cuando tenía 13 años.
Aunque en su caso no hubo mayores consecuencias, Cantero afirmaba conocer casos de otros alumnos que sí fueron objeto de abuso sexual. En sus palabras, El Sistema “estaba / está plagado de pedófilos, pederastas y un número incalculable de personas que han cometido delito de estupro”, reportó Scherzo
Secreto a voces
Estos casos habrían sido durante años un secreto a voces dentro de El Sistema ante la pasividad e incluso el encubrimiento por parte de la organización, que siempre negó la mayor y tildó las acusaciones de rotundamente falsas. Lo cierto es que en los últimos tiempos van saliendo a la luz cada vez más testimonios, impulsados por movimientos como #MeToo o #YoTeCreoVzla.
Los autores del artículo consideran que músicos y entidades internacionales colaboradoras de El Sistema (UNICEF, por ejemplo, ratificó recientemente El Sistema como Embajador Nacional de Buena Voluntad) deberían hacer presiones para que se esclarezcan los hechos, y concluyen:
“Algunos podrían argumentar que El Sistema tiene más aspectos positivos que negativos. Pero tales afirmaciones siempre serán endebles mientras no se investigue adecuadamente el daño", apuntaron.
Los autores enfatizaron lo siguiente: "Una cosa está clara. Esperar a que esta crisis en curso pase una vez más, esperar a que los supervivientes se callen, a que el ciclo de noticias se actualice, es indefendible. El “secreto a voces” de El Sistema ya no es un secreto. ¿Está el mundo finalmente dispuesto a escuchar?”.
Crimen organizado
La exótica combinación de la elitista música clásica con justicia social en un país del tercer mundo despertó el interés de Geoffrey Baker, investigador de la Universidad de Oxford, Reino Unido, especializado en música e idiomas modernos, con particular dedicación en América Latina.
Sin embargo, lo que a primera vista lo sedujo no tardó en desencantarlo.
Baker denunció que el secretismo y la autocensura fueron dándole un matiz clandestino a la investigación, al punto que confiesa haberse sentido en momentos como si estuviera haciendo una pesquisa sobre “el crimen organizado”, informó DolarToday
El Sistema, como se conoce la fundación que agrupa las orquestas y coros juveniles e infantiles de Venezuela, ha logrado lavarle la cara en el exterior a un país sumido en una permanente crisis política, social y económica; pero qué pasaría si detrás de la más enaltecida fachada se descubrieran sórdidas historias.
El carácter social de El Sistema habría sido simplemente el método que el maestro José Antonio Abreu puso en práctica para lograr que su “modelo eurocentrista” sobreviviera en la Venezuela chavista.
Extenso trabajo de campo
Luego de un extenso trabajo de campo durante un año, Baker desmitifica la organización que dirige Abreu, en su libro El Sistema: Orchestraring Venezuela’s Youth.
En el texto destapa escándalos que incluyen presuntas vejaciones y abuso sexual, así como una tiranía instaurada por Abreu, fundador de lo que la revista Gramophone calificó como el segundo avance más importante de la música clásica del nuevo milenio, después de la invención del iPod.
El escritor inglés ofrece un abreboca de su obra en entrevista exclusiva ofrecida a El Cooperante.
El investigador de la Universidad de Oxford refirió que "la primera vez que leí sobre El Sistema fue en una revista durante un vuelo en Latinoamérica, lo que inmediatamente llamó mi atención porque El Sistema parecía combinar tres cosas en las que estaba interesado: América Latina, música clásica y justicia social".
Agregó que posteriormente fue al debut de la Orquesta Juvenil Simón Bolívar en Londres en 2007 y "apenas salí del concierto me dije: “Ha llegado el momento, voy a realizar esta investigación”.
"Esperaba encontrarme con la historia que circula en el mundo en películas como “Tocar y Luchar” y en una inmensa cantidad de artículos de prensa. La historia oficial era: Un programa que estaba rescatando cientos de miles de niños del riesgo de caer en la delincuencia y las drogas", recordó.
El investigador asomó que "toda investigación profunda involucra el factor sorpresa, aunque mi experiencia en Venezuela fue de un nivel diferente".
Entrevistas en Venezuela
El investigador indicó que entrevistó cerca de cien personas y "tuve conversaciones informales con muchas más. También hice seguimiento a medios de comunicación y leí cientos de fuentes impresas. Fui cuidadoso de escoger una amplia variedad de personas que tenían experiencias diferentes en El Sistema en distintas partes de Venezuela".
Dijo que entrevistó músicos (que van desde estudiantes a profesores y concertistas internacionales), conductores, administradores, autoridades culturales y periodistas. Hablé tanto con antiguos como actuales empleados, músicos de todas las edades que están dentro y fuera de la institución y figuras reconocidas en otras organizaciones.
"Mi objetivo era obtener un panorama cándido de un corte transversal de la vida cultural de Venezuela y no solo los “sospechosos habituales” (Abreu, Dudamel, los directores de El Sistema, voceros oficiales, etc). Entonces sí, creo que tuve una muestra representativa", precisó.
Añadió que tuvo muchas conversaciones e intercambio de correos con otros músicos venezolanos desde la publicación del libro, y todos lo han elogiado como una descripción exacta de la institución, lo que refuerza mi convicción de que mi investigación fue sólida.
Presuntos abusos sexuales
Al ser consultado sobre los presuntos abusos sexuales, señaló que "en el caso de los abusos sexuales raramente existen “pruebas”.
"Por su propia naturaleza, tienden a ocurrir en privado, fuera de la vista de testigos y sin dejar rastros. Por lo tanto, pasar de las declaraciones a las evidencias es bastante difícil, por lo que los abusos sexuales en todo el mundo con frecuencia toma décadas en darse a conocer o nunca son revelados del todo", expresó.
Dijo que "también nos encontramos con un problema en cuanto a la definición de abuso sexual. Muchos músicos me hablaron sobre casos de profesores teniendo sexo con sus estudiantes ¿Es esto abuso? ¿Depende de la edad del estudiante? ¿Es un tipo de abuso la relación sexual entre un profesor y un estudiante, dado que uno tiene el poder institucional sobre el otro y es responsable de su cuidado? Son preguntas complejas con respecto a El Sistema que merecen ser debatidas más ampliamente en Venezuela".
Casos de pedofilia
"He escuchado acusaciones, pero como lo dije anteriormente, para mí es imposible confirmarlas.
El Sistema: Orchestraring Venezuela’s Youth
"El libro no pretende ser una colección de historias de El Sistema aunque sí contiene muchas historias; busca ser una reflexión de grandes temas como la acción social a través de la música, las instituciones y prácticas de la educación musical, política cultural en Venezuela, cultura europea en el contexto postcolonial y música clásica en el siglo XXI. Todos estos temas no los podía presentar en un artículo de prensa de 800 palabras", finalizó.