Ucrania se mantiene firme en Crimea, y ahora fue su ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, quien exhortó a Rusia a que retire sus fuerzas de este lugar.
El Político
Kuleba calificó la invasión a Ucrania como “una herida sangrante en medio de Europa”, y dijo que todo el territorio de su país debe ser tratado por igual al tratar con el Kremlin, en un conflicto que ya pasó el año.
Expresó que Moscú debe retirar las tropas que anexó ilegalmente en diferentes zonas de Ucrania.
“Estamos unidos por los principios de la carta de la ONU y la convicción compartida de que Crimea es Ucrania y volverá a estar bajo el control de Ucrania”, dijo Kuleba, hablando por enlace de video a una reunión en la capital rumana, Bucarest.
“Cada vez que escuchas a alguien de cualquier rincón del mundo decir que Crimea es de alguna manera especial y que no debe ser devuelta a Ucrania, como a cualquier otra parte de nuestro territorio, debes saber una cosa: Ucrania no está de acuerdo categóricamente con estas declaraciones”, dijo en la Conferencia de Seguridad del Mar Negro.
Desde 2014
Rusia se hizo cargo de Crimea en 2014, y durante la guerra actual ha ampliado su presencia allí. Desde entonces, se han producido actos ocasionales de sabotaje y otros ataques contra el ejército ruso y otras instalaciones en la península, y el Kremlin culpa a Ucrania.
El gobierno de Kiev no se ha atribuido la responsabilidad de los ataques, pero agradece los esfuerzos para repeler la presencia rusa allí.
El Kremlin quiere que Kiev reconozca la soberanía de Rusia sobre Crimea y también reconozca la anexión de septiembre de las provincias ucranianas de Donetsk, Kherson, Lugansk y Zaporizhzhia.
La postura de Ucrania
Ucrania ha rechazado esas demandas y no mantendrá conversaciones con Rusia hasta que las tropas de Moscú se retiren de todos los territorios ocupados.
Aunque no hay señales de posibles negociaciones de paz, los dos países han intercambiado esporádicamente prisioneros de guerra y se han comprometido en un acuerdo de guerra para la exportación de grano ucraniano y grano y fertilizantes rusos. El acuerdo de granos ha ayudado a aliviar las preocupaciones sobre el suministro mundial de alimentos, especialmente en países de África, Medio Oriente y partes de Asia, donde muchos ya están luchando contra el hambre.
Sin embargo, el acuerdo, que la ONU y Turquía negociaron en julio pasado, es delicado y Moscú ha amenazado repetidamente con ponerle fin.
Fuente: AP NEWS