El líder del Partido de la Independencia británica (UKIP), Paul Nuttall, consideró que se debe "retirar" la ciudadanía británica a los islamistas extremistas que residen en este país y que suponen "un peligro claro y presente" para los ciudadanos del Reino Unido.
A dos días de las elecciones generales en este país, el dirigente ultraderechista opinó además que en la lucha contra el terrorismo habría que valorar la opción de clausurar aquellas mezquitas en las que se pronuncien sermones "que alienten el odio".
A raíz del atentado del pasado sábado en Londres, que causó siete muertos y 48 heridos, de los cuales hay 18 en estado crítico, Nuttall afirmó hoy a la emisora británica LBC que su partido "no descartaría nada" a la hora de reaccionar ante la amenaza terrorista.
Nuttall hizo esas declaraciones ante los datos difundidos recientemente por los servicios de inteligencia nacionales, que han revelado que actualmente las agencias de seguridad tiene fichados a 23.000 extremistas que residen en este país, de los cuales mantienen vigilados a 3.000 retornados, que representarían una amenaza.
"Creo que si cualquiera apoya o combate para el Estado Islámico (EI) en Oriente Medio, se le debería revocar el pasaporte y nunca se le debería permitir la entrada a este país", señaló el político.
Agregó que en los casos en los que "se demuestra que estas personas constituyen un peligro claro y presente para los británicos, para los hombres, mujeres y niños británicos", él no se "opondría" a esa medida.
Nuttall también aludió a la posibilidad que defiende su partido de clausurar mezquitas radicales, en las que se fomenten los actos terroristas.
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"Si una mezquita predica con discursos de odio o fomenta los valores del Estado Islámico, creo que no tiene cabida en este país y garantizo que la amplia mayoría de musulmanes en este país estarían de acuerdo conmigo", apuntó.
El UKIP afronta los próximos comicios, convocados de manera anticipada por la primera ministra, la conservadora Theresa May, el pasado 18 de abril, con escaso apoyo -de entre un 4 y un 5 % frente al 12,6 % obtenido en 2015-, según los últimos sondeos de opinión.
EFE