Este lunes la organización estadounidense Christian Aid Ministries aclaró públicamente que los doce misioneros liberados la semana pasada en Haití se escaparon de sus captores "empujados" por Dios.
El Político
El diario madrileño El País recoge las declaraciones del portavoz de la organización,, quien precisó que el grupo puso "sus planes en manos de Dios", pese a lo peligroso de su plan de escape. Detalló que los rehenes alistaron sus pertenencias y envases de agua potable para saciarse durante la trayectoria de huida. Y aprovecharon el cambio de turno de sus guardias durante la madrugada del 15 de enero después de lograr abrir la puerta bloqueada que los mantenía en situación de secuestro.
Tras escapar remontaron una montaña que caminaron durante horas a través de arbustos y zarzas. Cuando estaba a punto de amanecer, el grupo de encontró con una persona a la que pidieron ayuda.
Haití bajo la anarquía de los secuestros
La organización religiosa divulgó fotografías de los 17 misioneros que fueron tomadas por miembros de la pandilla “400 Mawozo” el 16 de octubre al término de una visita a un orfanato. Dos de ellos fueron liberados a finales de noviembre y otros tres a principios de diciembre. La banda exigió un rescate de un millón de dólares por cada rehén.
La incautación de vehículos y de todos sus ocupantes para obtener un rescate es una de las principales actividades que utiliza la banda delictiva haitiana para financiar sus actividades criminales. En abril, la pandilla secuestró a un grupo de clérigos católicos, quienes después fueron liberados.
Haití registra una de las tasas de secuestro más altas del mundo, ya que las poderosas bandas de delincuentes explotan la situación de anarquía para obtener dinero con el pago de rescates. Este año ha sido particularmente grave. En efecto, a la fecha se han reportado cerca de 800 secuestros confirmados desde principios de año hasta finales de octubre.
El aumento se produjo en parte a raíz del asesinato del presidente Jovenel Moise en julio. Esto en el fragor de las violentas luchas entre facciones rivales por hacerse con el control del país frente a una fuerza policial literalmente desbordada.
Fuente: El País