La estrategia de inserción internacional del país se ha transformado en una discusión que a menudo saca a reflotar dos alternativas opuestas: apostar a una apertura agresiva con la búsqueda de tratados comerciales bilaterales o mantener una estrategia más conservadora que ponga sus ficha a una integración dentro del Mercosur.
Sin embargo, para una fuente del gobierno que tiene un rol activo en la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, la discusión sobre cómo logra el país mejorar su inserción internacional "no es tan lineal" y "ambas posiciones" tienen sus puntos a favor y en contra, con costos "económicos que pesan" a la hora de tomar una definición.
De hecho, la posible firma de un TLC con Europa puede provocar "perjuicios" económicos o sobre el empleo en algunos sectores productivos como el lácteo. Un sector estratégico para el país que goza de ventajas apreciables dentro del Mercosur para colocar sus productos en Brasil y Venezuela, frente a otros competidores fuertes en ese rubro como Nueva Zelanda y Australia o la propia Unión Europea.
Las posibilidades de que Uruguay puede esperar colocar algún tipo de lácteos en la UE por la firma de un TLC son "prácticamente nulas", aseguró la fuente. Los países de la UE son fuertes productores de quesos y leche en polvo. Mejorar el acceso de sus lácteos en el Mercosur está dentro de los temas que la UE "pretende obtener en la negociación con el bloque regional", revelaron los informantes.
En momentos de una fuerte crisis en materia de precios para la colocación de lácteos, Uruguay ha volcado a Brasil la mayor parte de su saldo exportable en lo que va de este año, ya que obtiene mejores precios que en otros destinos extrarregión.
Según la fuente, solo en el período enero-mayo las industrias lácteas obtuvieron un ahorro de US$ 70 millones en materia de aranceles, respecto al costo que potencialmente debería pagar un país europeo o Nueva Zelanda para ingresar con sus productos al gigante de la región.
"Lo que estamos haciendo ahora es la cuentita de ver qué ganamos y qué perdemos. Eso pasa en toda negociación comercial con otro bloque", explicó la fuente.
Con las ofertas de ambos bloques sobre la mesa, los cuatro miembro fundadores del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) están evaluando cómo les afecta una desgravación arancelaria para el ingresos de bienes y servicios de los miembros de la UE, aunque ahora habrá que ajustar los modelos por la salida del Reino Unido de Europa (brexit).
Otro capítulo "complejo" de analizar es el referido a la propiedad intelectual, por el impacto que eso pueda traer aparejado sobre el funcionamiento de los laboratorios. El gobierno uruguayo está creando distintos grupos de trabajo para realizar estudios de prefactibilidad en cada uno de los capítulos que comprende la oferta que realizó la UE
"En toda negociación comercial hay ganadores y perdedores. También hay que definir quién se hace cargo de aquellos que se ven perjudicados ¿Es el Estado el que deber responder? Todo ese tipo de cuestiones son las que ahora comienzan a girar sobre la mesa", explicó el informante.
Los lobbies hacen su juego Las evaluaciones que hacen cada uno de los bloques no está exenta a los fuertes lobbies que organizaciones tanto del Mercosur como de la UE realizan para defender sus intereses. En el bloque regional, el Foro Mercosur de la Carne (FMC) hace pocos días mantuvo un encuentro en Montevideo con el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa, para seguir de cerca la negociaciones con la UE, y ofrecer su apoyo para acompañar la negociación como órgano asesor de la cancillería uruguaya con toda la información técnica y comercial que sea necesaria. La firma de un acuerdo comercial de esta naturaleza entre los dos bloques puede significar reducir los aranceles cárnicos a la mitad para los países de la región, que en el caso de Uruguay representaría obtener una diferencia a favor de US$ 55 millones anuales, pero que en caso de lograr una duplicación del volumen de la cuota Hilton (a 13.600 toneladas anuales), las divisas generadas aumentarían ese plus a US$ 100 millones por año, según un estudio titulado la Universidad de la República y el Instituto Nacional de Carnes.
Sin embargo, el informante advirtió que tal tipo de organización "no existe" para el caso de las industrias lácteas del Mercosur u otras industrias del bloque regional que podrían ver sus intereses comprometidos por la firma de un TLC con la UE.
El informante explicó que en el caso de los cítricos, potencialmente podría existir un ahorro de unos US$ 3 millones anuales por el retorno de la exportación de cítricos a la UE. "Ahora tenemos que ver si el costo en materia de empleo o económico que pagamos en otro sector realmente justifica esa mejora para los cítricos", apuntó.
El objetivo del Mercosur es que la mejora en el acceso de los productos agropecuarios tenga el "menor costo posible" para otras cadenas. De todas formas, el informante comentó que el "nivel de ambición" en materia de apertura comercial que contienen las ofertas de ambos bloque es "bastante bajo".
Con Información de: El Observador