El USS Carl Vinson, un portaviones estadounidense de la clase Nimitz, ha arribado a las costas de Corea del Sur.
El Político
La embarcación atracó, este martes, en el puerto de Busan, una ciudad que se ubica a 350 kilómetros de Seúl.
El navío hizo su llegada completamente equipado. En su interior navegan más de 3.000 tripulantes, mientras que en cubierta hay 90 aeronaves, entre aviones y helicópteros.
El despliegue es la respuesta de Estados Unidos a las amenazas que Corea del Sur ha recibido de parte de su vecino del Norte.
Desde Piongyang, el régimen de Kim Jong-un anunció la apertura de una ventana de lanzamiento.
Entre el 22 de noviembre y el 01 de diciembre, Corea del Norte disparará un cohete, con la intención de poner en órbita su primer satélite espía.
Se trata de un dispositivo de reconocimiento, que tendrá la mira puesta sobre el Mar Amarillo y el Mar China Oriental.
Tanto Estados Unidos como Corea del Sur han condenado la acción, insistiendo en que viola las sanciones impuesta por Naciones Unidas a Pyongyang.
El veto, que al parecer será desconocido, prohíbe a la dictadura de Kim Jong-un poner a prueba tecnología para el desarrollo de misiles balísticos.
Ante el desafío norcoreano, las autoridades estadounidenses y sus homólogas surcoreanas han querido dejar constancia de su cercanía y cooperación.
“(La llegada del portaviones) demuestra la sólida postura de defensa combinada (entre Washington y Seúl)”, dijo en un comunicado Kim Ji-Hoon.
El oficial, director del centro de operaciones marítimas de Corea del Sur, añadió que Estados Unidos y su país acordaron responder, de manera decidida, a “las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte”.
Con su arribo, el USS Carl Vinson, una embarcación impulsada por reactores nucleares, es el tercer portaviones que toca aguas surcoreanas.
De manera previa lo habían hecho los portaviones USS Nimitz y el USS Ronald Reagan.