El reciente caso de un ciudadano que mató a cuatro personas que acababan de asaltar a los pasajeros de un autobús es solo el más reciente ejemplo de un fenómeno creciente en México que surge de "un vacío de autoridad", dijo hoy a Efe el analista de seguridad Alejandro Hope.
Las autoridades mexicanas encontraron el lunes pasado en la carretera entre la Ciudad de México y Toluca, capital del vecino Estado de México, los cuerpos de cuatro personas con impactos de bala.
De acuerdo con testigos interrogados por la Procuraduría General de Justicia (fiscalía) del Estado de México, las cuatro víctimas abordaron un autobús en San Pedro Tultepec y "minutos después amenazaron a los pasajeros con un arma de fuego, para despojarlos de sus pertenencias".
"Cuando los presuntos delincuentes se disponían a descender de la unidad, uno de los pasajeros se puso de pie y comenzó a dispararles", apuntó la Procuraduría. El autor de los disparos bajó del autobús algo después, aunque los testigos no pudieron precisar hacia dónde se dirigió.
En una columna titulada "Los ángeles exterminadores", publicada hoy en el diario El Universal, Hope señaló que casos de "vengadores anónimos" como el del autobús no son los únicos ejemplos de justicia por propia mano, y citó los grupos de autodefensa de Michoacán y los linchamientos en diversos puntos del país.
Según un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana, de 2010 a 2014 se registraron 160 linchamientos en México.
Entre los casos recientes más sonados, en mayo de este año dos presuntos secuestradores fueron linchados por centenares de pobladores de Santiago Atlatongo, en el Estado de México, y el pasado 30 de septiembre un presunto ladrón fue linchado y quemado vivo por pobladores de Santiago Matatlán, Oaxaca.
"Este tipo de fenómenos surgen cuando hay un vacío de autoridad", dijo Hope, experto en temas de seguridad, en una conversación con Efe.
Respecto a lo que puede hacer la ciudadanía cuando las autoridades encargadas de brindar seguridad son omisas o incluso están coludidas con criminales, el experto reconoció que "es una situación muy complicada", pero se pronunció en contra de las actividades de los justicieros anónimos.
"La ruta no es tratar de tomarse la justicia por propia mano; la ruta es presionar por la vía democrática y la vía legal a la autoridad para que haga lo que tiene que hacer", consideró.
Sobre la propuesta del senador Jorge Luis Preciado, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), para liberalizar la portación de armas (para incluir no solo la casa, sino el auto y el lugar de trabajo) como defensa contra la criminalidad, el analista opinó que "no es muy buena idea, por varias razones".
"En primer lugar, porque hay bastante evidencia de que a mayor posesión de armas más delitos violentos, ya que (una relajación de las reglas de portación) no solo le facilita las cosas al que quiere defenderse sino al que quiere agredir", expuso Hope, quien ejerció diversos cargos directivos en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional entre 2008 y 2011.
Por otro lado, señaló, "en posesión de armas de fuego las disputas tienden a escalarse; lo que sin armas acaba en puñetazos con armas acaba en balacera".
"En tercer lugar, hay un problema diplomático: ¿cómo le podemos decir a Estados Unidos que controle su flujo de armas (hacia México) cuando aquí estamos relajando los controles. Entonces (la liberalización) debilita la posición diplomática de México en un tema que es crucial a largo plazo", acotó.
Al preguntársele su opinión sobre el modelo de autogestión de seguridad que ejerce la comunidad indígena de Cherán, en el estado de Michoacán, frente al crimen organizado, consideró que se trata de un fenómeno distinto a los actos de "justicia tumultuaria donde linchan a las personas".
"Yo tengo menos problemas con eso que con la impartición de justicia sumaria que tenemos, que son los linchamientos o este tipo de vengadores anónimos. Y si bien en Cherán fue exitoso ese modelo de autogestión, no sé si sea muy replicable, por ejemplo, para zonas urbanas", expresó.
El especialista, que en su columna cita un estudio que prevé que en este año se acumulen 195 linchamientos en todo el país (40 % más que en 2015 y 230 % más que en 2014), insistió en que la respuesta radica en "presionar por todas las vías disponibles para que las autoridades hagan su trabajo".
Y como lo dice también en su pieza periodística, anotó que, en el México de hoy, ello parece tan inverosímil como una historia de superhéroes.
Con información de: EFE