Los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, pidieron a otros Gobiernos latinoamericanos que acojan a algunos de los miles de migrantes haitianos que buscan llegar a EE.UU. y que están varados en ambos países por el cierre de fronteras.
"Hacemos un llamado a posibles países con capacidad de acogida con el objetivo de encontrar una solución definitiva frente a la situación migratoria extraordinaria de tránsito masivo", según un comunicado conjunto leído tras una reunión entre ambos mandatarios en Boquete, a 500 kilómetros al oeste de la capital panameña.
Los gobernantes reconocieron que ya han entablado contactos "preliminares" con otros países de la región, pero no precisaron cuáles para no añadir una "presión innecesaria sobre sus diplomacias", indicó Solís en una rueda de prensa conjunta.
"Queremos buscar la equidad de la región. No podemos solamente cerrar fronteras (…) Panamá y Costa Rica están dando un ejemplo en este momento de lo que es asumir sus responsabilidades en un trato digno y humanitario con los migrantes pero sobre todo en la búsqueda de una solución definitiva", añadió Varela.
Ambos países enfrentan desde hace meses la llegada masiva de migrantes que, en su camino hacia Estados Unidos, se quedan atrapados en la región porque Nicaragua les impide el paso desde noviembre de 2015.
Durante los primeros meses del año, los migrantes eran mayoritariamente cubanos pero ahora son en gran parte haitianos que proceden de Brasil, explicó el presidente panameño.
Tras el terremoto que asoló Haití en 2010, miles de haitianos emigraron a Brasil para trabajar en la construcción, pero en los últimos meses han abandonado en masa el gigante suramericano debido principalmente a la crisis económica.
Estados Unidos les empezó a ofrecer asilo tras el sismo de 2010, pero hace un par de semanas decidió reanudar las deportaciones a Haití como medida para aliviar la migración masiva.
"Este no es un fenómeno que va a desaparecer en poco tiempo sino que está aquí para quedarse y que no es exclusivo", apuntó Solís.
Ambos mandatarios coincidieron además en que el flujo de migrantes puede aumentar en los próximos meses como consecuencia del desastre humanitario que ha provocado el huracán Matthew a su paso por el país caribeño.
"En el plazo inmediato, por su puesto que puede generar nuevas migraciones, pero aún sin Matthew aquí hay un tema que hay que reconocer, las dificultades estructurales que tiene Haití de todo tipo. Estamos frente a un país que tiene gravísimos índices de desempleo, grandes problemas de acceso a servicios básicos y en donde los recursos naturales escasean", afirmó Solís.
Panamá y Costa Rica acordaron este viernes impulsar un "fondo de contribuciones voluntarias a nivel regional" para ayudar a los países que reciben a los migrantes, indicó Varela.
Con información de EFE