La capital de Polonia, Varsovia, ha desplegado un dispositivo especial para garantizar la seguridad de la cumbre de la OTAN, que reunirá a líderes de 28 países este viernes y sábado, en un momento de elevada tensión terrorista en Europa.
Será la primera vez que la capital polaca verá pasar por sus calles, en un mismo día, al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, Francois Hollande.
En total, dos mil 500 delegados de los países aliados se encontrarán en la cita, incluyendo ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores.
El Ministerio del Interior de Polonia toma muy en serio el potencial de amenaza y ha instruido los funcionarios públicos, en particular conductores de taxi y de autobús, sobre cómo identificar situaciones sospechosas y reaccionar en caso de un atentado terrorista.
Un batallón excepcional de seis mil policías ha sido movilizado para reforzar la seguridad en esta ciudad de 1.7 millones de habitantes.
Las grandes avenidas que circundan el Estadio Nacional, donde se reunirán los líderes aliados, han sido privadas de tráfico y aisladas de los transeúntes por vallas de metal de 2.5 metros de altura desde la víspera de la cumbre.
Las estaciones de metro, tranvía y autobús más cercanas al local permanecerán cerradas hasta el domingo, así como el puente que conecta la zona del estadio al centro de Varsovia.
No obstante, poca cosa ha cambiado en esa parte más concurrida de la ciudad, donde se sitúan la mayoría de los puntos turísticos y donde se espera, el sábado, una protesta contra la OTAN.
Aunque los habitantes locales remarcan el refuerzo de la seguridad en algunos cruces de calles, la presencia policíaca sigue siendo menos ostensiva que en importantes capitales europeas, como París o Bruselas.
El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, señaló que la cumbre ocurre en un momento "crucial" en el que los países aliados "se enfrentan a amenazas de todos lados".
El objetivo de la cita es reforzar la presencia de la OTAN en los países del este, una estrategia con vistas a disuadir Rusia, y apoyar con aviones radares a la coalición internacional que combate el grupo terrorista Estado Islámico en Siria e Irak.
Los aliados también intensificarán su colaboración con la misión de la Unión Europea contra las mafias de migración clandestina en el mar Mediterráneo.
AFP
