El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, agiliza diversas políticas antes de dejar la Casa Blanca. Uno de sus objetivos es acelerar los cambios migratorios adelantados por sus colaboradores en los últimos meses.
El Político
Los nuevos ajustes han encendido las alarmas de los activistas y abogados de inmigración porque podrían traducirse en la deportación de más personas.
Es de hacer notar que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) actualizaron su Manual de Políticas de USCIS, el cual ahora se enfocará en inmigrantes que realizan sus peticiones de ciudadanía
La idea es rechazar peticiones de aquellos portadores de “green card” que la obtuvieron “por error, por fraude o no cumpliendo con la ley”.
Lo preocupante es que en esos lineamientos se pueden considerar aspectos que antes no eran tomados en cuenta.
Fernando Romo, abogado de inmigración y principal asesor de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (ASOSAL), dijo a la agencia Efe que “básicamente están ordenando a los oficiales de USCIS ahondar más en los casos, y la discreción de no aprobación está aumentando para que las cosas negativas valgan más que las positivas”.
De acuerdo con el reporte de la agencia, hay más rechazos en peticiones migratorias, incluidos aquellas por errores simples, como dejar un espacio en blanco, sin permitir a los solicitantes solventar la omisión, acusaron organizaciones civiles.
El plan de reglamento fue publicado el nueves pasado en el Registro Federal.
Actualmente, aquellos inmigrantes que están en proceso de deportación, pero son liberados podrían optar por un permiso laboral, pero ahora USCIS negaría esa petición.
Los únicos inmigrantes exentos de esa medida serán aquellos que demuestren que su orden final de deportación es irregular.
Fuente: laopinion