El año pasado, China reemplazó a Estados Unidos como el mayor importador de petróleo de Venezuela, otro elemento en la acalorada rivalidad entre Washington y Pekín, reportó un trabajo especial de Infobae.
El Político
Estados Unidos había impuesto sanciones a la estatal petrolera venezolana como parte de una campaña para presionar la salida del poder del dictador de ese país, Nicolás Maduro.
Las refinerías estadounidenses dejaron de comprar crudo venezolano.
El aliado de Caracas, China, un importante cliente por largo tiempo, se encontró de repente como el principal comprador.
Durante los primeros seis meses de 2019, China importó un promedio de 350.000 barriles por día (bpd) de crudo de Venezuela.
Pero en agosto, Washington endureció sus sanciones a Venezuela, advirtiendo que cualquier entidad extranjera que continuara haciendo negocios con el régimen sudamericano podría estar sujeta a las medidas.
La estatal China National Petroleum Corp, conocida como CNPC, dejó ese mes de cargar petróleo en los puertos de Venezuela.
Los datos de importación de China mostraron que las compras comenzaron a disminuir, y para fines de 2019, se detuvieron abruptamente.
La mayor petrolera china, al igual que clientes en otras partes del mundo, parecía estar cediendo ante las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, a pesar del apoyo declarado del presidente chino, Xi Jinping, a Maduro.Xi Jinping y Nicolás Maduro. Foto: REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
Pero China nunca dejó de importar. El crudo de Petróleos de Venezuela SA, o PDVSA, siguió llegando a puertos chinos, con la ayuda de una subsidiaria con sede en Suiza de Rosneft, la petrolera estatal rusa, y un método de entrega indirecta que hizo parecer como si el origen del petróleo fuera Malasia, según estableció Reuters.
Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre, tanqueros entregaron al menos 18 embarques por un total de 19,7 millones de barriles de crudo venezolano, pero con nombres cambiados en puertos chinos, determinó Reuters.
Ese hallazgo se basa en una revisión de datos de seguimiento de barcos, documentos internos de PDVSA y entrevistas con cuatro analistas petroleros que han rastreado los flujos del crudo venezolano por todo el mundo.
Una unidad de CNPC fletó por lo menos uno de esos tanqueros, lo cual significa que era responsable del petróleo a bordo, según datos de Refinitiv. Ese tanquero, llamado Adventure, cargó crudo venezolano el 18 de julio y lo descargó en China el 4 de septiembre, muestran los datos de seguimiento. No estuvo disponible la información sobre los fletes de los otros buques que descargaron crudo en China.
CNPC no respondió a solicitudes de comentarios.
Esos 18 envíos representaron más del 5% de las exportaciones totales de Venezuela en 2019, con un valor de alrededor de 1.000 millones de dólares a precios de mercado para el crudo insignia del país, conocido como “Merey”, con base a valores de la OPEP.
Las ventas proporcionaron un apoyo muy necesitado por el régimen de Maduro, aunque Reuters no pudo determinar cuánto ingresó a las arcas estatales. PDVSA a menudo vende su crudo con descuentos y muchas de sus transacciones se destinan a pagos de deuda, en lugar de generar efectivo.
Los despachos mal identificados continuaron este año, estableció Reuters.
La revisión utilizó datos disponibles del proveedor de información financiera Refinitiv Eikon, capturas de imágenes satelitales y datos del Sistema de Identificación Automática (AIS, por sus siglas en inglés) transmitidos por tanqueros.
Refinitiv, con sede en Nueva York, es propiedad parcial de la empresa matriz de Reuters, Thomson Reuters.
El método de despacho, que involucra la transferencia de petróleo entre buques en altamar, ha estado bajo escrutinio durante meses por parte de la administración Trump.
En febrero, Washington impuso sanciones a Rosneft Trading SA, que es la subsidiaria, con sede en Ginebra, de Rosneft , señalada de ayudar a Venezuela a exportar su petróleo mediante las llamadas transferencias de “buque a buque” (STS, por sus siglas en inglés) para enmascarar el verdadero origen del crudo. Rosneft negó cualquier mala práctica.
"La compañía siempre ha estado llevando a cabo y está llevando a cabo sus negocios en total conformidad con la legislación internacional aplicable", dijo Rosneft en un comunicado el 5 de junio en respuesta a preguntas para este artículo.
El Ministerio de Energía de Rusia no respondió a una solicitud de comentarios.
Las importaciones indirectas de China de crudo venezolano caen en una suerte de zona gris, según Peter Harrell, experto en sanciones en el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS), un instituto de investigación en Washington.
Harrell cree que las sanciones estadounidenses autorizan a Washington a castigar a empresas que compran petróleo de PDVSA a través de un intermediario, particularmente si la empresa “sabe o debió saber que era crudo venezolano”. Pero eso no obliga al gobierno estadounidense a actuar.
"Al final del día, estas sanciones son principalmente decisiones con base en políticas públicas", dijo Harrell.
Reuters no pudo verificar independientemente si China sabía que el petróleo que había llegado a sus costas, a través de Rosneft Trading, provenía de Venezuela.
El Departamento de Tesoro de Estados Unidos, que aplica las sanciones comerciales, declinó hacer comentarios.
Cuando se le preguntó sobre los hallazgos de Reuters, Elliot Abrams, representante especial del Departamento de Estado estadounidense para Venezuela, dijo en una entrevista que estaban “sobre la mesa” posibles sanciones contra las compañías chinas que compran crudo transbordado.
"Tomaremos medidas individuales con respecto a las transferencias STS", dijo Abrams.
La Administración General de Aduanas de China no respondió a solicitudes de comentarios.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo a Reuters que no había nada inapropiado en los tratos de ese país con Venezuela. El ministerio dijo que las sanciones de Estados Unidos habían “afectado gravemente” las relaciones entre Venezuela y el resto del mundo, pero que Pekín tenía la intención de continuar comerciando con el país.
Ni PDVSA, ni el Ministerio de Petróleo de Venezuela, ni el Ministerio de Información, que atiende las preguntas de los medios en nombre del régimen, respondieron a solicitudes de comentarios. Funcionarios venezolanos han descrito reiteradamente las sanciones estadounidenses al país como ilegales y unilaterales.
Desde el año pasado los analistas petroleros decían que el petróleo venezolano se dirigía a China a través de transferencias STS. Este reportaje es el primero en revelar el alcance de esos envíos y demostrar cuán sistemática ha sido la práctica. Reuters también revisó documentos internos de PDVSA que revelaron que la unidad de Rosneft estaba involucrada en los movimientos del petróleo.
Se envió tanto crudo de PDVSA a China de esa forma que las importaciones totales de petróleo venezolano del gigante asiático alcanzaron un promedio de 283.000 barriles por día (bdp)en 2019. Esa cifra es 24% más que los 228.700 bpd reportados por la aduana china, según cálculos de Reuters basados en comparaciones entre los datos de Refinitiv Eikon y estadísticas oficiales de aduana de China.
Eso no fue suficiente para compensar por completo el impacto que las sanciones estadounidenses tuvieron sobre PDVSA. Los refinadores en Estados Unidos estaban importando un promedio de 500.000 bpd cuando se impusieron las medidas en enero de 2019.
Pero las compras chinas ayudaron a Venezuela a mantener viva su industria energética en momentos en que la caída de la demanda, por parte de otros compradores foráneos, creaba un exceso de petróleo en tierra, casi obligando a PDVSA a detener la producción en campos esenciales.
Las maniobras de STS son un espejo de las tácticas que Irán, cuya industria petrolera también está sancionada por Estados Unidos, que las ha utilizado para enviar su crudo a China durante años.
Tal como Reuters documentó en 2019 y 2015, el crudo iraní a menudo se etiqueta como proveniente del vecino Irak.
Un representante del operador de un terminal chino, donde fue descargado uno de los cargamentos de 2019, negó en su momento que el origen del petróleo fuera Irán.
Alireza Miryousefi, portavoz de la misión de Irán en las Naciones Unidas en Nueva York, dijo en un comunicado que "el cómo vendemos o exportamos nuestro petróleo no es asunto de nadie". Agregó que las sanciones estadounidenses a las exportaciones petroleras de Irán son "ilegales".
Los envíos a China de crudo venezolano eran inusuales por una variedad de razones, dijeron analistas petroleros.
Las transferencias STS generalmente se usan con fines legítimos: descargar petróleo desde embarcaciones de producción, trasegar petróleo desde grandes tanqueros a embarcaciones más pequeñas que pueden transitar canales de navegación estrechos o poco profundos, o llenar un barco grande de exportación ante la falta de puertos de suficiente capacidad.
El uso de esta técnica para transportar petróleo de Venezuela a China no se vio sino hasta mediados del año pasado, dijeron los analistas.
Los tanqueros que salían de Venezuela cargando el crudo de PDVSA no viajaron directamente a China, como lo hicieron en el pasado.
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Nota de Infobae