El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) evaluó en una reunión extraordinaria la situación en Venezuela, así como las posibles medidas de presión para que el gobierno de Nicolás Maduro fije un calendario electoral y libere a los políticos presos.
En total 20 países acordaron una declaración conjunta en la que emplazan a la Organización de Estados Americanos (OEA) a concretar una hoja de ruta a menor plazo para “apoyar el funcionamiento de la democracia y el respeto al Estado de Derecho” en Venezuela.
El texto fue presentado por la embajadora de Canadá, Jennifer May Loten, durante la sesión de hoy en la OEA sobre la situación de Venezuela pero el documento no se va a someter a votación, según confirmaron fuentes diplomáticas.
El documento se limita a emplazar a la OEA a “seguir examinando opciones, con la participación de todas las partes en Venezuela, para apoyar el funcionamiento de la democracia y el respeto al Estado de Derecho dentro del marco constitucional venezolano“.
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La reunión, programada en Estados Unidos, ocurrìó apenas unos días después de una sesión especial a petición del gobierno de Venezuela, en la que denunciaron la supuesta injerencia del secretario Luis Almagro en los asuntos del país suramericano.
El senador de Estados Unidos, Marco Rubio, lanzó una fuerte advertencia a República Dominicana, El Salvador y Haití de cara a la votación sobre Venezuela en la Organización de Estados Americanos.
En la votación prevía a este debate 11 países estuvieron contra de este debate, dos se abstuvieron y uno estuvo ausente.
Para celebrar la sesión eran necesarios 18 votos y hubo 20, ya que Belice y Guyana se sumaron a los 18 países que habían solicitado la sesión: Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Barbados, Bahamas, Santa Lucía y Jamaica.
En este sentido el embajador representante del Venezuela ante la OEA, Samuel Moncada, expresó que en esta reunión se está realizando sin el consentimiento de ese país.
Bolivia, Venezuela y Nicaragua argumentaron que era un asunto de fondo, y que la no intervención en asuntos internos es algo que NO debe votarse.
En su intervención Haití dejó claro que no estaba de acuerdo con el debate y pidió al resto de los países miembros que debían dejarle claro a Luis Almagro secretario de la organización que debía parar con su política intervencionista, pues de permitir esto todas las naciones corrían el peligro de perder autonomía.
Antes de eso México no solo apoyo la discusión sobre la situación de la patria de Bolívar, sino que solicitó que mensualmente este tema saliera a colación para conocer el avance de las negociaciones internas de Venezuela.
Esta moción fue secundada por Colombía quien comenzó su intervención salvando la intención de la oposición venezolana, indicando que no creía para nada que su propósito era de perturbación.
Colombia comenzó su intervención indicando que el tratar el tema de Venezuela no se trata de un foro político para extremar acusaciones mutuas La crisis que actualmente afecta a Venezuela constituye un desafío para todos nosotros y para la OEA.
Puso el ejemplo de la cantidad de Venezolanos que han inmigrando a sus países, mientras que acentuó que para hablar de dialogo debe haber un compromiso real y que es lo que esta organización debe buscar realizando esfuerzos de cooperación, insistiendo en el diálogo como camino, con los facilitadores que consideren las partes involucradas.
Ambas naciones; México y Colombia, quienes votaron a favor de la discusión del tema, indicaron que era necesario invitar a representantes de ambos polos para ser escuchados en la comisión permanente.
Mientras que Paraguay ha sido enfático en hacer un llamado a la normalización de la institucionalidad democrática, al respeto a la Asamblea Nacional, al tiempo que insistía que el pueblo venezolano tiene derecho a la democracia y su gobierno a promoverla.
Mientras que Uruguay indicó que "Nuestra región goza de condiciones de paz a nivel mundial".
En su intervención Canadá estuvo de acuerdo con el análisis de la situación en Venezuela que comparte el Secretario General de esta Organización de Estados Amèricanos.
Señaló que los Estados Miembros necesitan unirse y colaborar con la gente y el gobierno venezolano para encontrar solución a la crisis y tienen la obligación de promover y defender la democracia.
Canadá se atrevió a indicar que los Venezolanos han sido despojados de su capacidad de voto y su derecho fundamental a expresar disentimiento.
El diálogo solo puede funcionar cuando todos están genuinamente involucradas en el proceso y están comprometidas a encontrar soluciones, indicó.