En la actualidad Venezuela posee una de las inflaciones más altas del mundo debido al modelo económico erróneo aplicado por el Gobierno, en los 20 años que se encuentra en el poder. Asimismo, las consecuencias de la hiperinflación repercuten directamente en el bolsillo del pueblo, convirtiendo sal y agua el salario que perciben los criollos.
En Venezuela los precios de los productos están “dolarizados” pero el sueldo mínimo sigue siendo en Bolívares Soberanaos, lo cual pone en desventaja al consumidor pero si el comerciante no acude a está estrategia no podría reponer el inventario cayendo directamente a la quiebra.
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En esta oportunidad un caso palpable es el costo que tiene una batería de autos en Venezuela, la más barata oscila en los 8.000 bolívares soberanos, lo cual es inalcanzable para la mayoría de los criollos que perciben un salario mínimo integral de Bs. S 1.800.
Sin embargo, si el consumidor desea obtener una marca reconocida que asegure el funcionamiento de la misma, deberá desembolsillar más de 28.000 Bolívares Soberanos. Este es tan solo uno de los factores por el cual el transporte público en Venezuela ha desaparecido, ya que los dueños de líneas no poseen el poder adquisitivo suficiente para comprar los repuestos de las unidades.
Fuente: Venezuela al Día