Una vez más, el gobierno intenta obtener los beneficios de tener dólares, la única moneda dura que se mueve legal o clandestinamente en el país.
Apolinar Martínez/El Político
El dólar reina en Venezuela. En las grandes tiendas se compra y vende en la moneda estadounidense y esto amplía la brecha entre los comerciantes y quienes viven de un salario.
Sirva de ejemplo el caso de los profesores universitarios de Venezuela, con años de estudios, maestrías y doctorados están pasando tanto trabajo que su salario no les alcanza para pagar el pasaje de autobús y llegar a los centros de estudios, mientras cualquier vendedor de mercancía subsidiada por el gobierno, exhibe paquetes de dólares obtenidas en el comercio ilegal.
Una situación que es consecuencia directa de una seguidilla de erradas políticas monetarias instrumentadas en el país por el régimen.
Las políticas de cambio preferencial han fracasado y sobre todo permitieron una bicicleta financiera que financió espantosos casos de corrupción, desde PDVSA, principal empresa petrolera, hasta la venta clandestina de maíz para hacer las típicas arepas.
Mesas de cambio sustituyen al DICOM
El Banco Central de Venezuela (BCV), aprobó a los bancos autorizados como operadores cambiarios realizar transacciones de compra y venta de divisas a través de “mesas de cambio“.
Los acuerdos también incluyen a las operaciones interbancarias, transacciones entre personas jurídicas y naturales del sector privado, y hasta de organismos internacionales, representaciones diplomáticas y sus funcionarios.
“Los pactos de estas operaciones serán ejecutados en las mesas de cambio de los operadores cambiarios durante cada jornada”, se lee en el artículo 1 del decreto. Además, cada institución deberá publicar las cifras resultantes de las operaciones; entre ellas el tipo de cambio promedio ponderado y el volumen transado, las cuales serán informadas diariamente al BCV.
El decreto aún no ha sido publicado en Gaceta Oficial, pero el portal web Descifrado tuvo acceso al documento. No obstante, mientras no sea publicado oficialmente, el decreto puede ser objeto de nuevas modificaciones.
¿Cómo funciona el nuevo esquema?
Para participar en las operaciones los interesados deben acudir directamente a los operadores cambiarios autorizados, o hacer uso de los servicios de la banca electrónica. “El trámite para estas operaciones podrá efectuarse todos los días hábiles bancarios”, reza el artículo 4.
Posteriormente, la liquidación resultante de la compra-venta de divisas la realizará los operadores.
Todos los participantes deberán cumplir los procesos de diligencia con los respectivos operadores cambiarios y ser clientes de la entidad bancaria autorizada en el Sistema Financiero Nacional.
Diferencias con el Dicom
El Dicom ha tenido al menos tres facetas distintas desde su creación en 2016. En ese lapso registró constantes devaluaciones y modificaciones en su esquema: pasó de contar con oferta del sector público a depender única y exclusivamente del sector privado. Sin embargo, en toda su existencia ha sido regido por el BCV.
La publicación del Convenio Cambiario N° 1, establecido en septiembre pasado y que derogó todos los sistemas anteriores. A pesar de fijar la “libre convertibilidad de la moneda”, no se cumplió. El Dicom regula la cantidad de divisas a adquirir, la tasa cambiaria y su oferta se ha reducido.
Lo cierto es que el dólar oficial se consigue en una taza por encima de los 5.200 bolívares, lo que significa que una familia necesita 400 dólares para vivir un mes, cosa que ningún profesor universitario puede lograr en estos momentos.