El terrorismo de Hezbolá e Irán en América Latina aparece claramente como la mayor amenaza terrorista para el continente: testimonio de ello son los dos mayores atentados terroristas en Buenos Aires, en 1992 contra la embajada de Israel y en 1994 contra AMIA, el edificio de la comunidad judía.
El Político
Las estrechas relaciones entre Venezuela e Irán y ofrecer una reflexión sobre el apoyo venezolano a Hezbolá a nivel político y operativo.
Según Infobae, las motivaciones estratégicas de Irán para coquetear con el régimen de Hugo Chávez y el matrimonio de conveniencia entre el presidente venezolano y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad a partir de 2005, son bastante obvias.
No podemos hablar sobre el terrorismo de Hezbolá sin enfatizar el hecho de que es una empresa conjunta entre el régimen teocrático en Teherán y su rama libanesa, una empresa en la que Hezbolá sirve como contratista de sus amos.
En el plano operativo, hay dos hermanos siameses: la Fuerza al-Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y el aparato terrorista internacional de Hezbolá, que actúan en conjunto y en coordinación. Sin embargo, el primogénito de los hermanos, la Guardia Revolucionaria Islámica es el elemento principal de la empresa.
Los objetivos de Irán en América Latina, y por supuesto en Venezuela son:
– Apoyo a los opositores a Estados Unidos como contra peso para las presiones sobre el proyecto nuclear de Irán
– Devolver el ataque a Estados Unidos en su propio hemisferio y desestabilizar a sus gobiernos amigos
– Aumentar la penetración política y económica iraní y así permitir el desarrollo de una red de terrorismo y subversión regional contra EEUU y Israel
– Exportar la Revolución Khomeinista
Es un hecho conocido que las actividades terroristas y subversivas de Hezbolá, y en parte de Irán, se basan en las comunidades chiítas libanesas dispersas por todo el mundo. En el caso de América Latina se concentra en comunidades chiítas que viven en áreas de libre comercio: Triple Frontera entre Paraguay, Argentina, Brasil; Iquique en Chile, Isla Margarita en Venezuela, Panamá.
Hezbolá ha estado activo en Venezuela incluso antes del eje estratégico Chávez-Ahmadinejad. Los miembros de Hezbolá, centrados en la gran comunidad de expatriados libaneses en la isla de Margarita, ayudaron a varios miembros de la célula de la organización en Charlotte, Carolina del Norte (EEUU) a infiltrarse en los Estados Unidos a través de Venezuela en 1992.
El exvicepresidente (y actual Ministro de Petróleo, desde abril), Tareck El-Aissami, venezolano de origen sirio-libanés, es el funcionario gubernamental más destacado involucrado en un esquema de pasaportes para terroristas, incluso a Hezbolá.
A los 29 años, El Aissami se convirtió en el director de ONIDEX, la agencia venezolana a cargo de los servicios de pasaportes y naturalización. Utilizó este cargo para emitir pasaportes falsos, documentos personales y cédulas de identidad a agentes árabes e iraníes, quienes así entraron y viajaron por la región como ciudadanos venezolanos. Posteriormente, El Aissami se convirtió en viceministro de Interior y Seguridad Pública, fue elegido miembro del Parlamento y poco después ascendió al rango de Ministro de Justicia e Interior. A lo largo de estos puestos, facilitó la penetración iraní en América Latina.