A medida que avanza la crisis en Venezuela y las sanciones internacionales van surtiendo efectos sobre la adquisición de los catalizadores necesarios para la producción de combustibles en el país, las colas en las estaciones de servicio se van haciendo cada vez más frecuentes y en ocasiones, en varias ciudades, se han reportado por espera de hasta días para poder surtir combustible.
Por Redacción El Político
La escasez de gasolina se ha convertido en un problema recurrente en la nación miembro de la OPEP, especialmente en los estados fronterizos donde el contrabando hacia países vecinos es común, incentivado por un generoso subsidio que asume la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y que vuelve al combustible casi gratuito.
Esta semana, sin embargo, las filas en las afueras de la estaciones de gasolina en los fronterizos estados de Zulia y Bolívar eran más largas que lo normal, mientras que en los centrales estados de Aragua y Carabobo los usuarios debían esperar más de 1 hora.
En la capital, Caracas, también se observó escasez de combustible y largas filas en algunas estaciones.
A pesar de que el régimen hace cada vez mayores esfuerzos para invisibilizar esa realidad, a la industria se le hace cada vez más pesado la producción de un costoso combustible cuyos precios son, para el momento de esta nota, desconocidos por propios y extraños.
Las importaciones de combustible y diluyentes de PDVSA, que se mezclan con el crudo extrapesado de Venezuela, se han desplomado a 86.000 barriles por día (bpd) en promedio en lo que va de mayo, frente a los 225.000 bpd de abril, según documentos internos de la petrolera estatal vistos por Reuters y datos de Eikon de Refinitiv.
La refinería de Puerto La Cruz, de 187.000 bpd, había estado fuera de servicio incluso antes de que se aplicaran las sanciones a fines de enero, mientras que El Palito, de 146.000 bpd, está operando en niveles mínimos.
La infraestructura de refinación de Venezuela, que posee las mayores reservas de crudo del mundo, se ha deteriorado en los últimos años debido a la falta de mantenimiento e inversión, lo que ha llevado al gobierno a importar combustible para abastecer su mercado interno.
Fuente: El Impulso