El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, inicia mañana una visita a Pristina y Belgrado en la que se espera aborde los problemas del diálogo en curso entre Serbia y Kosovo para normalizar sus relaciones.
El diálogo entre Pristina y Belgrado se ve obstruido por protestas masivas de la oposición kosovar que considera que algunos de los acuerdos alcanzados hasta ahora otorgan derechos demasiado amplios y autonomistas a la minoría serbia concentrada del norte de Kosovo.
Según la agencia de noticias serbia Tanjug las relaciones entre Serbia y Kosovo ocuparán la visita de Biden, que durará hasta el miércoles 17, aunque los temas de la agenda no han sido comunicados oficialmente.
Kosovo, antigua provincia meridional serbia poblada por una mayoría albanesa, proclamó en 2008 de forma unilateral su independencia, que Belgrado no reconoce, pese a lo cual ambas partes negocian bajo el auspicio de la Unión Europea (UE) la forma de mejorar sus relaciones.
El avance en la normalización de esas relaciones es una condición para el acercamiento de ambos países a la UE, aspirado tanto por Belgrado como por Kosovo.
En ese joven y pequeño país de 1,8 millones de habitantes, el mandatario estadounidense se reunirá con el presidente kosovar, Hashim Thaci, y con el primer ministro, Isa Mustafa.
El presidente del Parlamento de Pristina, Kadri Veseli, afirmó, en declaraciones a la radio y televisión pública kosovar "RTK", que Biden reiterará una vez más el firme apoyo de la Casa Blanca a la independencia de Kosovo y a su integración en la UE.
Con información de EFE