Tras los numerosos actos celebrados en homenaje a los 71 fallecidos en el accidente aéreo que tuvo lugar el pasado lunes en las inmediaciones de Medellín, entre los que se encontraban numerosos miembros del club de fútbol Chapecoense, hoy Brasil comenzó a enterrar con cariño a las víctimas del siniestro.
Apenas un día después de que los 19 jugadores, la comisión técnica y gran parte de la directiva del modesto club de Chapecó fallecidos en el siniestro estuvieran juntos por última vez en el estadio Arená Condá, donde cerca de 19.000 personas despidieron a sus "guerreros", sus restos mortales comenzaron a recibir sepultura en diferentes puntos del país.
A pesar de ser natural de la localidad de Pato Branco, en el sureño estado de Paraná, el presidente del Chapecoense Sandro Luiz Pallaoro recibió sepultura en Chapecó, de donde era el club que dirigía desde 2008, rodeado de su familia y amigos, así como de decenas de coronas de flores.
Una multitud arropó a la familia del dirigente en el cementerio "Jardim do Eden", situado a unos 5 kilómetros del estadio Arena Condá, donde este sábado se realizó un homenaje multitudinario con los 50 féretros de las víctimas vinculadas al club que llenaba de orgullo a este pequeño municipio de poco más de 200.000 habitantes que aún permanece abatido por la tragedia.
Algunos de los familiares se acercaron al camposanto ataviados con la elástica de la segunda equipación del equipo, que es de color blanco, y otros, como su mujer, Vanusa Pallaoro, vistieron una camiseta con la foto de Sandro Luiz y con el mensaje "Sueñe sin límite y crea con todas las fuerzas #vaiChape".
Miles de personas se acercaron a la Cámara Municipal de Campos, en el estado de Río de Janeiro, para mostrar su respeto al mayor goleador de la historia del ‘Huracán del Oeste’, Bruno Rangel, quien recibió sepultura este domingo, a media tarde.
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El cementerio Jardim da Paz de Porto Alegre, en el sureño estado de Río Grande do Sul, recibió los restos mortales del volante Matheus Biteco, quien había sido padre hace apenas cuatro meses, y fue despedido entre grandes muestras de dolor por parte de sus familiares y amigos.
"Vine aquí hoy a dar un abrazo a su esposa, sus padres y sus hermanos, y para decirles que yo fui el último en despedirse de él porque (mi equipo) el Palmeiras jugó el penúltimo partido de liga contra el Chapecoense", comentó el exinternacional brasileño, Zé Roberto, en declaraciones recogidas por el portal GloboEsporte.
Entre gritos de "el campeón ha vuelto" fue sepultado el defensa Marcelo Augusto Mathias da Silva, jugador de 25 años de edad que inició su carrera a los 19 con el Macaé y llegó a jugar para el histórico Flamengo antes de fichar por el Chapecoense.
Al amparo de la oscuridad de la madrugada llegó el cuerpo del portero Danilo a su ciudad natal, Cianorte, en el estado de Paraná, donde cientos de personas velaron sus restos mortales a lo largo de toda la noche.
Hace menos de dos semanas el guardameta se había convertido en el indiscutible héroe del equipo al realizar una gran parada en los últimos minutos del partido que enfrentaba al Chapecoense contra el San Lorenzo argentino, que permitió al club brasileño alcanzar la primera final internacional de su historia.
El capitán de este equipo que hace apenas seis años competía en la cuarta división del fútbol brasileño, el exjugador del Atlético de Madrid Cléber Santana fue velado por familiares, amigos y colegas en el estadio Ilha do Retiro de Recife, en Pernambuco.
Los veteranos Grafite y Tulio Froes de Melo se acercaron hasta el lugar para despedirse de un jugador que había sido pieza fundamental de un equipo cuyo sueño se torno en pesadilla hace apenas unos días.
El accidente se produjo la noche del pasado lunes a escasos kilómetros del aeropuerto José María Córdova, cerca de la ciudad colombiana de Medellín, donde el Chapecoense tenía previsto jugar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional.
Con información de EFE