Una de las consecuencias más nefastas de un proceso inflacionario como el que vive Venezuela, es la depreciación en los precios de ciertos activos como viviendas e inmuebles, vehículos, electrodomésticos y otros.
El Político
Y he ahí el detalle. El venezolano promedio no solo no puede adquirir una vivienda, sino que le es sumamente difícil mantener la que tiene, lo que inside en el desmejoramiento social y urbanístico de las ciudades y del país en general.
En el caso de las viviendas, la realidad es contundente, ya que mientras que el precio promedio de una vivienda en países de América Latina es de dos mil a tres mil 300 dólares por metro cuadrado, en Venezuela es 81,82 % más barata al estar entre 600 y 700 el metro, gracias al reiterado proceso hiperinflacionario.
La realidad es que la crisis en el sector de la construcción es de más de una década, ya que ningún constructor, trabaja a pérdida.
Carabobo: un ejemplo
No hay que ser experto en el tema para darse cuenta que el sector está sin operatividad desde hace muchos años. “Antes veíamos grúas desde diferentes ángulos aquí en Valencia, ahora no hay ninguna”.
Desde hace media década no se construyen proyectos de viviendas nuevas en Carabobo. Solo tres que son de alto target, dejando a un lado a la clase media.
Una opción ante la crisis
Mientras no existan condiciones para reactivar la construcción en el país, quienes son parte del sector y siguen en Venezuela están apostando a un nuevo modelo de negocio al comprar propiedades muy baratas, remodelarlas y venderlas nuevamente a un precio más económico que en el resto del mundo.
También están apostando a la actualización constante. “Tenemos varios convenios para hacer cursos y así, cuando se reanude la construcción en el país, estemos a la vanguardia de las tendencias mundiales”.
La paralización de la construcción en Venezuela inició hace más de cinco años al enfrentar una severa crisis con el suministro de materia prima que depende de empresas del Estado y la imposibilidad de importarla, y se calcula que más de 50% de la mano de obra calificada emigró a otras naciones.
Dos problemas claves de la construcción
Actualmente, son dos las mayores trabas que enfrenta el sector de la construcción. Por un lado, la falta de financiamiento para la edificación residencial, comercial e industrial. “Y la banca privada no está otorgando créditos en estos momentos”.
La otra manera de lograr una construcción de viviendas era con las preventas que ayudaban tanto al empresario con una cuota inicial, como al comprador con facilidades de pago.
“Pero eso se hizo inviable con la inflación porque no se podía dar financiamiento a largo plazo porque el valor de la moneda no se mantenía en el tiempo”.
Con estas dos posibilidades cerradas, y el deprimido poder adquisitivo de la población, el resultado no podía ser otro que la paralización del sector.
“La gente tiene otras prioridades como la alimentación la educación y los servicios públicos, la adquisición de una vivienda no está por encima de esas necesidades”.