En medio de una creciente escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que los edificios gubernamentales de Kiev podrían ser los próximos objetivos de los misiles hipersónicos Oreshnik, como represalia por los recientes ataques ucranianos. Esta amenaza resalta la naturaleza cada vez más destructiva de los ataques rusos, que buscan intensificar la presión sobre Ucrania.
El Oreshnik, un misil balístico hipersónico de última generación, fue empleado por Rusia en un ataque reciente contra la ciudad de Dnipro, alcanzando una planta de producción de armas.
Putin afirmó que este misil, capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 11, podría dirigirse a los "centros de toma de decisiones" en Kiev.
"Actualmente, el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor están seleccionando los objetivos a atacar en Ucrania. Estos pueden incluir instalaciones militares, empresas industriales y centros de decisión en Kiev", declaró.
El Oreshnik: Un misil con capacidades devastadoras
El Oreshnik comparte varios componentes con el Rubezh, un misil de alcance intermedio (IRBM) ruso. Ambos utilizan avanzados sistemas de sensores y electrónica, lo que mejora su efectividad en conflictos modernos. Con un alcance entre 500 y 5,000 kilómetros, el Oreshnik puede impactar no solo la mayor parte de Europa, sino también la costa oeste de Estados Unidos. En minutos, puede alcanzar ciudades clave: Gran Bretaña en 20 minutos y Polonia en 12 minutos.
Con la capacidad para portar tanto ojivas nucleares como convencionales, el Oreshnik representa una amenaza directa para la soberanía ucraniana y aumenta el riesgo de una mayor escalada nuclear en la región. Su velocidad y maniobrabilidad lo hacen casi imposible de interceptar, convirtiéndolo en un instrumento clave para Rusia en su intento por debilitar la resistencia ucraniana.
Ataques rusos
La amenaza de Putin se produce tras una serie de devastadores ataques aéreos lanzados por Rusia contra la infraestructura energética de Ucrania, que dejaron a más de un millón de hogares sin electricidad.
Este jueves, casi 200 misiles y drones fueron lanzados en una operación que afectó ciudades como Kiev, Járkov, Rivne y Lutsk, marcando el segundo ataque aéreo importante contra la red eléctrica ucraniana en menos de dos semanas. Este nuevo bombardeo dejó a miles sin suministro eléctrico y fue una represalia directa por los recientes ataques ucranianos en territorio ruso utilizando misiles estadounidenses de largo alcance.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, condenó estos ataques como una "vil escalada" y enfatizó que el uso de misiles con municiones en racimo complicaba las labores de rescate y reparación.
Además, instó a las potencias occidentales a cumplir con sus promesas de entregar sistemas avanzados de defensa aérea esenciales para contrarrestar la agresión rusa.