El incremento del salario mínimo en EEUU está obligando a muchas empresas a hacer malabares para poder asumir la subida de costos. La inversión en nuevas tecnologías es una de las opciones más utilizadas para aumentar la productividad y las máquinas self-ordering, (servicio automático de pedidos), son las grandes protagonistas en el sector de restaurantes de comida rápida.
Redacción El Político
Es el caso de la famosa cadena estadounidense Wendy’s que anunció la colocación de máquinas automáticas para pedidos en 1.000 establecimientos, lo que supone un 16% del total de restaurantes que tiene repartidos por todo el país. Sin embargo, según refleja el diario The Columbus Dispatch son los propios clientes y franquiciados los que han demandado novedades tecnológicas de este tipo.
Según David Trimm, responsable de comunicación de Wendy’s, el objetivo de estas nuevas máquinas es atraer a la población más joven y reducir los costes laborales. Además, las máquinas self-ordering permiten a los clientes evitar largas colas de espera , sobre todo en hora punta, lo que, a su vez, incrementa la producción del restaurante.
Los clientes podrán seguir pidiendo en la barra y el uso de las máquinas será opcional. Según las estimaciones, un establecimiento estándar podría adquirir tres máquinas automáticas por US$ 15.000 dólares y, gracias al ahorro en costos laborables y al aumento de producción, recuperaría la inversión en 2 años.