La ceremonia de investidura del presidente electo Donald Trump el próximo 20 de enero promete ser un evento histórico, no solo por su relevancia política, sino también por la presencia de influyentes figuras.
Se ha confirmado que entre los invitados a la misma se encuentran Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX; Jeff Bezos, fundador de Amazon; y Mark Zuckerberg, cofundador de Meta.
La participación de los magnates simboliza un acercamiento notable entre la nueva administración y las grandes empresas tecnológicas, un cambio significativo después de años de tensiones.
La relación entre Trump y los gigantes tecnológicos ha estado marcada por fricciones. Durante su primer mandato, las críticas hacia Amazon, por ejemplo, por su influencia en el comercio minorista y los desacuerdos sobre la moderación del contenido en redes sociales generaron un clima tenso.
Sin embargo, en el último año, Musk, Bezos y Zuckerberg han mostrado un interés renovado en colaborar con la administración entrante. Musk, por ejemplo, ha sido un donante destacado a la campaña electoral de Trump y se ha involucrado en un nuevo grupo asesor para la administración.
Adicionalmente, diversos informes indican que tanto Amazon como Meta han donado 1 millón de dólares cada una al fondo para la organización del evento. Este gesto no solo resalta el interés de estos líderes en establecer vínculos con el nuevo gobierno, sino que también refleja una estrategia más amplia para mejorar las relaciones entre las corporaciones tecnológicas y el poder político.