El enfrentamiento entre seguidores de Donald Trump y contramanifestantes provocó la muerte de un hombre por disparos en Portland y la discusión entre el dirigente y el alcalde de la ciudad sobre quién era el culpable de la violencia.
El Político
Las manifestaciones se extendieron durante todo el fin de semana y el domingo en la noche se intensificaron ante un edificio de seguridad pública.
WBRC contó que la policía calificó la concentración de ilegal y detuvo a varias personas luego de decir que varios de los asistentes fueron vistos arrojando proyectiles.
Luego de que Trump calificó a Ted Wheeler, el alcalde demócrata de la ciudad, de “tonto” y lo acusó de permitir que prolifere el caos en la ciudad liberal, el regidor, visiblemente enojado, arremetió contra el presidente en una conferencia de prensa el domingo, dirigiéndose a él en primera persa a través de las cámaras de televisión.
“Esto es típico de Trump. Señor presidente, ¿cómo puede usted pensar que un comentario como ese, si está viendo esto, pueda ser de ayuda? Esta es una postura agresiva, no colaborativa. Yo claramente me puse en contacto, creo que de forma colaborativa, diciendo antes que usted tiene que hacer su parte y yo debo hacer la mía, y entonces los dos tenemos que rendir cuentas", dijo Wheeler.
“Trabajemos juntos (…) ¿Por qué no intentamos eso para variar?", añadió.
La conferencia de prensa se produjo luego de 24 horas caóticas en Portland que comenzaron el sábado en la noche cuando una caravana de unos 600 autos llenos de partidarios de Trump recorrieron la ciudad y se topó con contramanifestantes. Las escaramuzas surgieron entre los dos grupos y, unos 15 minutos después de que la comitiva salió de la ciudad, un partidario del grupo de ultraderecha Patriot Prayer murió baleado.
El fundador de Patriot Prayer, Joey Gibson, identificó al fallecido como Aaron “Jay” Danielson, y dijo que era un “buen amigo", pero no proporcionó más detalles. Trump retuiteó el nombre de la víctima y escribió "¡Descansa en paz Jay!”.
No estuvo claro si la balacera estaba relacionada con los enfrentamientos en Portland, que se ha convertido en uno de los puntos calientes del país en las protestas del movimiento Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd en mayo, y es un tema cada vez más destacado en la campaña de reelección de Trump.
El domingo en la noche, la gobernadora de Oregon, Kate Brown, presentó los detalles de un plan para abordar la violencia en Portland al tiempo que se protege la libertad de expresión. La oficina del fiscal de distrito en el condado de Multnomah, donde está Portland, procesará los delitos graves y la oficina del jefe de la policía trabajará con otras agencias para detener a los arrestados por comportamiento violento y garantizarán que tienen una celda adecuada.
Brown explicó además que la policía estatal regresará a la ciudad para ayudar a la policía local y se pedirá ayuda a agencias de seguridad próximas.