La defenestración de la que fue víctima la representante Liz Cheney este miércoles, cuando en una rápida votación fue despojada de su posición como número 3 de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, muestra la revancha del expresidente Donald Trump.
El Político
Trump ve cómo se afianza su control del Partido Republicano con una estrategia impulsada con una gran dosis de revancha contra quienes no respaldan los infundios del inexistente fraude en las elecciones del 2020 del que insiste en hablar.
Cheney ha condenado a Trump por su insistencia en la teoría del fraude electoral y haber incitado a la rebelión a sus simpatizantes que asaltaron el Capitolio el 6 de enero y que dejó 5 muertos, reportó Univisión.
Liz Cheney votó por el ‘impeachment’
La representante por Wyoming fue una de los 10 republicanos que votó por el segundo ‘impeachment’ del entonces presidente.
Y cuando en las últimas semanas el residente del famoso resort de West Palm Beach volvió por fueros, en comunicados dignos de Twitter enviados vía correo electrónico por su SuperPac ‘Save América’, Cheney le ha salido al paso denunciándolo como un peligro para la institucionalidad estadounidense.
Pero la venganza de Trump pudo más y Cheney terminó siendo expulsada por una mayoría “abrumadora”, según relatos de quienes estuvieron presentes en la conferencia republicana, menos de cuatro meses después de que logró sobrevivir con comodidad a una moción similar.
"Cobardía" republicana
Por esos mismos días Cheney pedía a los republicanos: “No debemos abrazar (las ideas) del anterior presidente” en una entrevista con Fox News.
Es claro que su recomendación no surtió efecto y los republicanos han ido consagrando a Trump como el líder del partido.
Un candidato, aunque perdedor, que logró obtener 74 millones de votos (47% del total) y cuenta con un seguimiento; cuasi religioso entre sus simpatizantes es un factor de poder que no es conveniente ignorar.
Además, una directiva dividida sería pésimo en la estrategia de un partido que aspira recuperar la mayoría en el Congreso en las próximas elecciones.
Por eso, cuando el movimiento contra Cheney empezó a entrar nuevamente en efervescencia semanas atrás, estaba claro que su suerte estaba sellada y que el expresidente lograría vengarse de la afrenta de la congresista que no lo respaldó y colocar en su lugar a una ficha que complete su control sobre el aparato.
Liz Cheney no entiende la postura del partido
La representante Liz Cheney arremetió este jueves contra el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy; por su lealtad al expresidente Donald Trump.
"Creo que no está liderando con principios en este momento", dijo Cheney (R-Wyo) en una entrevista en el programa "Today" de NBC. "Creo que es triste, y creo que es peligroso".
La entrevista se produjo un día después de que McCarthy (R-Calif.) orquestara la destitución de Cheney; de su puesto de liderazgo como presidente de la conferencia republicana.
Los legisladores del GOP se habían agriado en el último mes por las críticas sin reservas de Cheney al ex presidente; por sus repetidas mentiras sobre las elecciones de 2020 y el papel de Trump en la incitación de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
"Por razones que no entiendo los líderes de mi partido han decidido abrazar al ex presidente", dijo Cheney a Politico,