Lionel Messi viajó el pasado lunes a Arabia Saudí para cumplir con parte del contrato de promoción turística que firmó con la nación de Medio Oriente.
El Político
A Messi se le vio sosteniendo un halcón blanco en su brazo, presenciando una demostración de tejido de palmeras y visitando el Museo del Caballo Árabe. Esto mientras sus compañeros de equipo en Francia entrenaban.
Según versiones de la prensa francesa, el PSG suspendió a Messi durante dos semanas, en las cuales no recibirá salario ni podrá entrenarse con el equipo, reportó AP.
Messi en medio de las tensiones entre Qatar y Arabia Saudí
El astro argentino quedó en medio de todo, por decisión propia y porque todos, dentro y fuera del fútbol, quieren algo de uno de los mejores jugadores de la historia.
Quedando en en evidencia las tensiones ahora que Qatar y Arabia Saudí, vecinos en el Golfo Pérsico y que recientemente rompieron relaciones diplomáticas, se han convertido en actores principales en el mundo del fútbol.
Messi quedó en la telaraña de los qataríes, dado que QSI es una subsidiaria del fondo soberano del emirato y con ello abrió la puerta para que se le acusara de ‘sportswashing’.
Comunicado de Arabia Saudí sobre Messi
A raíz de la suspensión de Messi, la Autoridad de Turismo de Arabia Saudí difundió una voluminoso comunicado para detallar las actividades de alguien al que describió “icono del fútbol”, acompañado por su familia, durante un día en el que se suponía iba a estar en Francia.
La expedición incluyó “dar de comer a las gacelas árabes autóctonas” y que la familia Messi aparentemente quedó “encantada por la autenticidad y la arquitectura de At-Turaif y la belleza de los caballos árabes”.
“La visita de Messi a Arabia Saudí estuvo repleta de emocionantes actividades para toda la familia”, se vanaglorió la autoridad de turismo.
¿Batalla por el fútbol?
Arabia Saudí y Qatar protagonizan una batalla por ser el epicentro del fútbol en Asia. La presidencia de la Confederación Asiática de fútbol quedará vacante en 2027, y ambos tendrán candidatos.
Desde unas elecciones realizadas en febrero, los presidentes de las federaciones de Arabia Saudí y Qatar — Yasser Almisehal y Hamad Al Thani, respectivamente — pasaron a formar parte del Consejo de la FIFA, el ente que toma las decisiones en el fútbol mundial.
Los vecinos y rivales también pelearon por la sede de la Copa Asiática de 2027 hasta que se encontró una solución que puso contentos a ambos.
Qatar se ofreció como sede cuando China renunció a organizar la edición de 2023 debido a la pandemia de COVID-19, y el torneo arrancará en Doha el próximo enero. La Confederación Asiática otorgó a Arabia Saudí la sede para 2027, algo que podría servirle para mostrarse como sede de una futura Copa Mundial de fútbol, posiblemente en 2034.
Lucha en otros deportes
La batalla no se circunscribe sólo al fútbol. Doha recibirá los Juegos Asiáticos en 2030 y se da por hecho que Qatar lanzará otra campaña para albergar unos Juegos Olímpicos en la ciudad, esta vez en 2036.
Los Juegos Asiáticos de 2034 serán en Riad y Arabia Saudí obtuvo la sede para los Juegos Asiáticos invernales de 2029, en un futurístico complejo montañoso, Trojena, que aún no ha sido construido.
Todo esto, obviamente, es algo que no entra en los cálculos personales de Messi. Pero sus decisiones de los últimos dos años le tienen en medio de esta puja regional.