Estados Unidos estableció nuevas estrategias para el control migratorio con la contratación de 15 mil nuevos agentes y la aceleración en el proceso de deportación de indocumentados.
Redacción El Político
John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, firmó los nuevos lineamientos dentro de las cuales está la contratación de 10.000 nuevos agentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y 5.000 más de la Oficina de Aduanas y Fronteras (CBP), según lo reseña la agencia EFE.
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Las directrices indican que el auge de la inmigración ilegal en la frontera sur "ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional".
No solo irán detrás de los inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, si no de aquellos que hayan "abusado" de los beneficios públicos o puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional.
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Asimismo, el Departamento de Seguridad Nacional destacó que "no eximirá a clases o categorías" de extranjeros indocumentados de una deportación. Además, los agentes estatales o locales puedan sumarse a estas labores de control migratorio.