A pocos días del inicio del juicio en su contra, el expresidente Donald Trump enfrenta una nueva amenaza judicial.
El Político
En esta oportunidad es la fiscal de distrito del condado de Fulton, Giorgia, Fani Willis, quien ha pasado los últimos 17 meses investigando los intentos de Trump de anular los resultados de las elecciones del año 2020 en el estado.
Y según informes, su objetivo es decidir si presenta nuevas acusaciones judiciales antes del 1 de septiembre.
Una carrera judicial
En un intento de adelantarse a la fiscal Willis, los abogados de Trump presentaron una petición ante el Tribunal Supremo de Georgia para que Willis sea descalificada y no pueda continuar la investigación contra el expresidente.
En la petición se reconoce explícitamente que se trata de una apuesta arriesgada y se deja claro lo preocupado que está Trump por enfrentarse a otra serie de cargos de los que potencialmente no podrá librarse si es reelegido.
A principios de esta semana, un juez del tribunal superior del condado de Fulton conformó dos grandes jurados, uno de los cuales escuchará pruebas probables en el caso contra Trump.
Esa probable evidencia incluye el informe final de un gran jurado especial que Willis convocó el año pasado para investigar si Trump violó la ley estatal al tratar de que funcionarios estatales desecharan la victoria de Joe Biden en 2020.
El informe completo aún no se ha hecho público, pero en febrero el presidente del jurado dijo en una entrevista con NBC News ,que el panel había recomendado acusaciones contra más de una docena de personas, incluido Donald Trump.
Con su petición al Tribunal Supremo de Georgia, los abogados de Trump pretenden tanto anular ese informe como obtener una sentencia que impida a Willis utilizar cualquiera de las pruebas obtenidas por el gran jurado especial en apoyo de posibles acusaciones.
Pero esta no es la primera vez que Trump ha tratado de descalificarla del caso. Su equipo legal presentó una petición similar para anular el informe del gran jurado especial ante el Tribunal Superior del Condado de Fulton en marzo.
Y al igual que en la actual presentación ante el Tribunal Supremo, ese intento anterior incluyó "una enorme cantidad de argumentos legales" lanzados a la investigación de Willis.
A la espera de sentencia
Pero el juez Robert McBurney aún no ha emitido un fallo sobre esa presentación y los abogados de Trump argumentan que están "varados entre la prolongada pasividad del juez supervisor y la inminente acusación del fiscal del distrito".
Argumentan "Willis y McBurney, que también es parte demandada en la petición junto con Willis, están siendo injustos con Trump".
Concluyen entonces que el único curso de acción es que el Tribunal Supremo de Georgia se abstenga o deje sin sentencia, no sólo a los tribunales de apelación, sino que se adelante a la sentencia inicial.
En comparación con sus intentos habituales de paralizar el proceso judicial, el hecho de que Trump inste a un tribunal a actuar con rapidez adquiere un cierto aire de desesperación.
En la presentación, sus abogados reconocen que no ha habido ningún caso en el que el Tribunal Supremo de Georgia haya aceptado una petición de jurisdicción original en los últimos 40 años.
También refleja el hecho de que, en cierto modo, la amenaza de cargos por parte de Willis es la mayor amenaza para él a largo plazo. La investigación de Willis presenta el peor escenario posible para Trump.