El Gobierno de Estados Unidos dio esta semana un nuevo espaldarazo a Israel y otro golpe a la solución de dos Estados al dejar de considerar que los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado de Cisjordania violan la ley internacional, informó El Confidencial.
El Político
El portal destaca que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, rompió con un punto clave en la política estadounidense hacia Israel de las últimas cuatro décadas al anunciar su repudio a una opinión legal de 1978 en la que el Departamento de Estado tachó los asentamientos de "incompatibles con la ley internacional".
"El establecimiento de los asentamientos israelíes en Cisjordania no es incompatible de por sí con la ley internacional", sentenció Pompeo en una rueda de prensa.
Ruptura con el consenso internacional
El anuncio ahonda la brecha de Estados Unidos con el consenso internacional sobre el conflicto entre israelíes y palestinos, ya roto por las decisiones del presidente Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel y respaldar la soberanía de ese país sobre los Altos del Golán.
La abrumadora mayoría de la comunidad internacional considera que los asentamientos israelíes en Cisjordania son incompatibles con la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, que prohíbe desplazar población de la potencia ocupante a un territorio ocupado.
El llamado memorando Hansell del Departamento de Estado reflejó esa misma postura en 1978, y desde entonces ha supuesto la base de la oposición que todos los Gobiernos estadounidenses han expresado a las colonias israelíes en los territorios ocupados.
En 2016, el Gobierno de Barack Obama decidió no vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU según la cual los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado carecían de "validez legal".
Pompeo opinó que ese gesto de Obama "cambió décadas de consenso bipartidista" en Estados Unidos y aseguró que, tras revisar el asunto, el Ejecutivo de Trump está "de acuerdo" con la postura de Ronald Reagan (1981-1989), quien opinaba que los asentamientos israelíes no eran "inherentemente ilegales".
Sin embargo, el secretario de Estado insistió en que Trump tampoco defiende explícitamente la legalidad de las colonias, sino que ha decidido "no expresar ninguna opinión sobre el estatus legal de ningún asentamiento en concreto".
Fuente: El Confidencial