De acuerdo a cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas, Venezuela cerró el año 2022 con una inflación anualizada de 305,7%, la más alta de la región y del mundo, mientras el bolívar se devaluó 73% frente al dólar.
El Político
En ese contexto, miles de trabajadores públicos marcharon este lunes en varias ciudades de Venezuela, al cumplirse una semana de protestas, para exigir al régimen chavista un aumento de salarios y pensiones, así como la firma de los convenios colectivos, que contemplan otros beneficios, como seguro médico.
¿Por qué es importante?
El inicio de 2023 significó para Venezuela un nuevo episodio de la asfixiante crisis económica que vive hace ya tiempo el país petrolero.
La nueva jornada de huelgas y movilizaciones se extendió en diferentes ciudades del país, siendo Caracas el principal epicentro de las marchas.
Al menos 17 de los 24 estados de Venezuela conglomeraron funcionarios públicos, entre los que se encuentran profesores, personal de gremios de siderurgia, entre otros, según afirmaron las organizaciones gremiales a través de redes sociales.
Mientras que las protestas ya cumplen una semana por los bajos sueldos y carestía de vida, la ONG Provea ha demostrado que el salario mínimo del país latinoamericano no llega a cubrir algunas de las necesidades fundamentales.
El sueldo mensual de los venezolanos ha sido expuesto a varios análisis. Bloomberg Caracas ha concluido que la suma total de los ingresos de un salario mínimo “alcanza para comprar” una sola proteína y quizá uno o dos alimentos más.
Además, este portal, según lo citó el diario El Comercio, afirma que es “más práctico comprar un cartón de huevos que cuesta US$5 y que puede alcanzar para varios días”.
Lo cierto es que los bajos salarios han desencadenado un efecto dominó. Al cumplirse una semana de protestas, los manifestantes exigen al régimen de Nicolás Maduro un aumento de salarios y pensiones, así como la firma de los convenios colectivos, que contemplan otros beneficios, como seguro médico.
Provea ha realizado constante seguimiento a las demandas y las movilizaciones durante la última semana. En el siguiente trino, la ONG hace una petición para el “cese de las medidas de hambre” dentro de Venezuela.
Justicia para los maestros venezolanos sin sueldos dignos.
Docentes y trabajadores de la educación de Fe y Alegría, protestaron pacíficamente este #17Ene desde la redoma La India, Caracas.
Exigiendo #SalarioJustoYa pic.twitter.com/Jdt1K8tdj0
— PROVEA (@_Provea) January 17, 2023
En contexto
Hace un año se vislumbraba el fin de la hiperinflación y un repunte de la producción petrolera. Hoy, como señala El País, la sombra hiperinflacionaria ha vuelto a aparecer y la meta de llegar a un millón de barriles diarios, muy por debajo incluso de lo que alguna vez produjo Venezuela, se quedó entre los asuntos pendientes.
En la conversación cotidiana el aumento de precios genera preocupación entre los venezolanos. Enero comenzó con una oleada de manifestaciones de sectores de la administración pública por los sueldos y la crisis económica.
Docentes, trabajadores y pensionados siguen en las calles por ingresos dignos.
130 Bs. mensuales no garantizan calidad de vida ni alimentación digna para los venezolanos.
Es hora de medidas urgentes para el bienestar. #16Ene pic.twitter.com/Wn5fYWyhJU
— PROVEA (@_Provea) January 16, 2023
¿Qué se puede esperar?
La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, dijo a EFE que los salarios y las pensiones, equivalentes a unos US$7, deben estar al mismo nivel del costo de la canasta básica de alimentos, que en diciembre tuvo un precio de US$371, de acuerdo con datos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
“Vamos a continuar con una agenda unitaria de lucha, con organización, con unión y movilización de los trabajadores públicos, porque estamos convencidos de que si construimos un tejido social de lucha impermeable a las divisiones y a las fracturas, los trabajadores lograremos el objetivo”, destacó.
La meta, prosiguió, es tener “calidad de vida”, porque actualmente los trabajadores de la enfermería “ni siquiera pueden pagar el pasaje (del transporte público) a su trabajo”.