Amy Coney Barrett, jueza nominada a la Corte Suprema de Estados Unidos por el presidente Donald Trump, no quiso comentar sobre la moralidad de separar a las familias en la frontera entre México y Estados Unidos durante su último día de audiencias de confirmación.
El Político.
Como ocurrió en días anteriores se abstuvo de emitir alguna opinión marcada y en lugar de ello prefirió evadir algunas preguntas, continuando con su negativa a comentar sobre lo que ella caracteriza como "debate político" y no ‘legal’.
El senador Cory Booker (DN.J.) le preguntó a Barrett si cree que "está mal separar a los niños de sus padres para disuadir a los inmigrantes de venir a los Estados Unidos".
“Ese es un tema de debate político candente en el que no puedo expresar una opinión o ser involucrado como juez”, dijo Barrett en respuesta a Booker.
La Administración Trump, según una nota del portal lancasteronline "separó a más de 2.500 niños migrantes de sus padres en la frontera sur del país durante la primavera y verano de 2018. La práctica fue ampliamente considerada como inhumana por dirigentes, legisladores y grupos religiosos de todo el mundo, incluido el papa Francisco."
Se espera que el panel vote el 22 de octubre mientras el presidente Trump presiona al Senado para que confirme a Barrett antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Fuente: lancasteronline
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