China impuso dos nuevas sanciones en contra de empresas estadounidenses, lo cual significa un nivel más de tensión entre las dos potencias más grandes del mundo.
El Político
a partir del próximo 1 de septiembre
El contraataque de China en su guerra comercial con Estados Unidos se vuelve cada vez más serio. Después de meses sufriendo las consecuencias de la última oleada de sanciones, el país asiático adoptó una postura más firme y decidida: prohibió al fabricante de memorias "Micron" en ciertos sectores que manejan “información sensible”. Además, anunció restricciones en la exportación de metales.
Corporación Lockheed Martin y una filial de Raytheon Technologies Corp, son las empresas que se agregaron a una lista de "entidades no confiables" debido a su participación en la venta de armas a Taiwán, según lo confirmó el Ministerio de Comercio de China el pasado jueves 3 de julio.
Las compañías fueron multadas con el doble del valor del contrato de sus ventas de armas a Taiwán desde septiembre de 2020. Para esto, el gobierno Chino les fijó un plazo de 15 días para pagar.
Un día antes del anuncio, China había advertido que golpearía a Estados Unidos con "contramedidas" por violaciones de su soberanía.
Por otra parte, el gobierno asiático cancelará y prohibirá los permisos de trabajo y residencia para los altos directivos de las empresas y les prohibirá la entrada al país.
Esta acción "muestra que las represalias de China siguen siendo muy específicas y abstenidas, respondiendo a las ventas de armas de Estados Unidos hacia Taiwán, sobre las cuales China ha presentado su protesta muchas veces en el pasado", dijo Feng Chucheng, socio con sede en Beijing de la consultora independiente Plenum. "China no está armando sus sanciones, lo cual es consistente con las políticas de larga data de China".
La lista china fue un contraataque que se creó apresuradamente como respuesta a la lista negra que Estados Unidos había realizado, donde sancionaba a 28 empresas americanas, las cuales no podrían distribuir ni hacer negocios con la potencia asiática, sin la autorización previa de Washington.
