Un hombre de California acusado de múltiples casos de tortura y abuso de menores, algunos de los cuales contra sus propios hijos, ha negado las acusaciones en una entrevista en prisión: "no soy un monstruo".
El Político
Jonathan Allen, de 29 años, y su pareja, Ina Rogers, de 30, fueron detenidos después de que las autoridades hallaran diez niños viviendo en condiciones miserables en una casa en Fairfield, al norte de San Francisco, EEUU.
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Allen se le imputa de siete cargos de tortura y nueve de abuso de niños. "No soy perfecto, nadie es perfecto", argumentó, "pero no soy un animal ni un torturador ni un monstruo. No lo soy", se defendió el detenido.
"Continuamente los niños eran golpeados, estrangulados, mordidos, atacados con armas como ballestas o pistolas de aire comprimido, golpeados con palos y bates y sometidos al submarino", una técnica de tortura que consiste en mantener a la víctima bajo el agua hasta que comienza a ahogarse, según la moción a la que tuvo acceso la AFP.
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La fiscalía añadió que "Debido al continuo abuso, los niños tienen distintos tipos de cicatrices, incluidos brazos fracturados”.
Las autoridades se llevaron a los menores sin saber de sus padecimientos, que fueron descubriendo a medida que avanzó la investigación. "Los niños describieron detalladamente los incidentes de los abusos”.
Con información AFP