Pacaraima es una empobrecida y pequeña ciudad del norte de Brasil a la que los venezolanos llegan para encontrar los productos básicos que no encuentran en sus país debido a la crisis económica y alimentaria de su país.
Marie Suárez/ El Político
De acuerdo a declaraciones de pobladores de la ciudad de la frontera entre Brasil y Venezuela, alrededor de 1.000 y 1.500 venezolanos cruzan cada fin de semana para comprar alimentos y regresar a su país.
Las compras, hechas incluso por muchos miembros del Ejército Bolivariano, son hechas en camiones o poderosas camionetas, y cargan desde productos de limpieza hasta arroz y azúcar, todo en enormes cantidades. Los habitantes de esta zona agradecen, sin embargo, las compras impulsivas de los venezolanos, pues esta es una ciudad con no más de 10.000 habitantes que viven de intercambo comercial fronterizo.
Uno de los más beneficiados es el alcalde electo de esa localidad, Juliano Torquato, dueño del mayor supermercado de la ciudad y quien admitió en declaraciones a medios locales que “nunca” había vendido tanto.
Torquato, elegido en los comicios municipales del 2 de octubre pasado, reconoció que, con los compradores, llegan desde Venezuela muchas personas que escapan de su país buscando una vida mejor en Brasil, pero garantizó que “todos” tendrán la asistencia necesaria.
Según datos oficiales, la ciudad de Pacaraima, que tiene unos 10.000 habitantes, ha recibido en los últimos diez meses cerca de 30.000 compradores venezolanos.
Con información de: Analítica