Nuevos documentos obtenidos en exclusiva por CNN revelan que Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, recibió, en una serie de reuniones ocurridas en la Embajada de Ecuador en Londres, materiales potencialmente hackeados y relacionados con las elecciones en Estados Unidos de 2016.
El Político
Estos documentos desarrollan la posibilidad, planteada por el fiscal especial Robert Mueller en su informe sobre la interferencia rusa, de que varios mensajeros llevaran a dicha embajada archivos ciberpirateados sobre el Partido Demócrata y su entonces candidata Hillary Clinton.
Los reportes de vigilancia también describen cómo Assange hizo de la sede diplomática una base de operaciones, y orquestó una serie de revelaciones perjudiciales que sacudieron la campaña presidencial entre Clinton y el republicano Donald Trump.
Estos sorprendentes detalles provienen de cientos de informes de vigilancia compilados para el gobierno de Ecuador por la empresa privada española de seguridad UC Global, obtenidos por CNN.
Los reportes relatan los movimientos de Assange en la embajada y brindan una ventana sin precedentes a su vida dentro de la sede diplomática. También agregan una nueva dimensión al informe de Mueller, que catalogó cómo WikiLeaks ayudó a los rusos a interferir en la elección de EE.UU.
Assange siempre ha negado trabajar para el Kremlin y ha insistido en que la fuente de las filtraciones que perjudicaron al Partido Demócrata “no es el Gobierno ruso y no es un ente estatal”. Igualmente dijo que habría publicado información perjudicial del entonces candidato Trump si la hubiera recibido.
Un huésped con privilegios
Assange buscó refugio en la Embajada de Ecuador en junio de 2012 para solicitar asilo político y evitar la extradición a Suecia, donde enfrentaba entonces acusaciones de agresión sexual, algo que él niega.
La decisión de ofrecerle asilo a Assange fue tomada por el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien afirmó que estaba protegiendo a Assange de la “persecución política”. El asilo cumplió también dos grandes propósitos: resaltó el estatus de Ecuador en el escenario mundial y selló las credenciales de Correa como antagonista del liderazgo de EE.UU. en América Latina.
Inicialmente, los diplomáticos tenían la esperanza de trasladar a Assange rápidamente a Ecuador. Pero ese plan quedó estancado en medio de la negativa británica de otorgarle un salvoconducto para que saliera de la embajada. No tuvo otra opción que prepararse para una prolongada estadía.
Assange también elaboró una lista especial de gente que podía visitarlo sin mostrar identificación ni ser registrada por el equipo de seguridad. Incluso se le otorgó el poder de borrar nombres de algunos visitantes de los registros. Para evitar las cámaras de vigilancia, Assange se reunía en el baño de damas, según los informes de seguridad.
Todo esto deja abierta la posibilidad de que Assange haya podido mantener reuniones más delicadas dentro de la embajada, pero que todavía sean secretas.
Rusia toca a la puerta
Para el mes de junio, Trump y Clinton habían emergido como los candidatos de facto de sus partidos y se preparaban para la que sería una dura contienda. La campaña tomó un giro histórico el 14 de junio cuando el Comité Nacional Demócrata anunció que había sido hackeado y culpó a Rusia, algo que Trump calificó de farsa.
También en junio, WikiLeaks, se comunicó en secreto con hackers rusos, y Assange anunció públicamente sus planes de revelar material nuevo acerca de Clinton. El informe Mueller dice que los ciberpiratas ocultaron sus identidades usando pseudónimos en línea en todas sus comunicaciones con WikiLeaks, incluyendo correos electrónicos y mensajes directos a la cuenta de WikiLeaks en Twitter.
Assange sostuvo al menos siete reuniones ese mes con rusos y otras personas vinculadas con el Kremlin, de acuerdo con el registro de visitantes.
Dos de esas reuniones fueron con una ciudadana rusa de nombre Yana Maximova, quien no pudo ser localizada para que comentara sobre el tema. No se sabe casi nada de Maximova, lo que hace difícil discernir por qué visitó la embajada en momentos clave de la elección presidencial estadounidense. En sus dos visitas de ese mes, se reunió con Assange durante el transcurso de la tarde en la sala de conferencias de la embajada.
Crear caos desde la Embajada
A medida que se acercaba la elección, los funcionarios de seguridad de la sede diplomática notaron que Assange revelaba algunos de los correos electrónicos hackeados “directamente desde la embajada”, según rezan los documentos de vigilancia. El Informe Mueller refiere explícitamente que “Assange tenía acceso a Internet desde la Embajada de Ecuador en Londres, Inglaterra”, pero el resto de la información contenida en ese párrafo del reporte está tachado en gran medida porque se considera información clasificada.
No está claro si Mueller alguna vez obtuvo los reportes de vigilancia de la embajada como parte de su investigación.
Mueller concluyó que los hackers de la agencia de inteligencia militar rusa, conocida como GRU, atacaron blancos demócratas en el segundo trimestre de 2016 y extrajeron cientos de gigabytes de información. Ellos inventaron pseudónimos en línea -Guccifer 2.0 y DCLeaks- para transferir varios de los archivos a WikiLeaks, atribuirse públicamente la responsabilidad de los hackeos y negar falsamente todo vínculo con Rusia.
El fiscal especial mencionó que uno de esos socios era el hacker alemán Andrew Müller-Maguhn y dijo que él “pudo haber asistido con la transferencia de esos documentos robados a WikiLeaks”. El Informe Mueller parece contener detalles adicionales acerca de esta posibilidad, pero esas partes fueron tachadas porque contenían información clasificada sobre técnicas delicadas de investigación.
De acuerdo con los reportes de vigilancia, Müller-Maguhn visitó a Assange al menos 12 veces antes de la elección de 2016. Müller-Maguhn acudió a algunas de esas reuniones con otro conocido hacker alemán, Bernd Fix, dicen los documentos. CNN no pudo contactar a Fix para que comentara sobre ello.
En abril de este año, Moreno le revocó el asilo a Assange y dijo que el fundador de WikiLeaks “violó la norma de no intervenir en asuntos internos de otros Estados”. Esto allanó el camino para que la policía británica lo sacara a la fuerza de la embajada cuando se hicieron públicos los primeros cargos de EE.UU.
Assange no ha sido acusado de ningún delito relacionado con sus acciones en las elecciones de 2016. Permanece en una prisión del Reino Unido, esperando la que -muy probablemente- será una cruenta batalla por su extradición a Estados Unidos, donde podría pasar el resto de su vida en prisión.
Mientras tanto, todavía cuenta con aliados en Rusia. A las pocas horas de su arresto, varios funcionarios sénior del Gobierno del presidente Vladimir Putin se apresuraron a defenderlo y criticaron a EE.UU. por considerar que viola sus derechos. Declararon entonces: “La mano de la ‘democracia’ estrangula la garganta de la libertad”.
Fuente: CNN