Los senadores demócratas cuentan con 24 horas durante los próximos tres días para presentar los cargos en contra de Trump, intentando persuadir no sólo a los inquietos senadores que permanecen sentados en silencio dentro del recinto, sino al público estadounidense que se encuentra profundamente dividido en torno al presidente y el proceso que enfrenta, en un año electoral, reseñó Diario Las Américas.
El Político
El portal destaca que los demócratas de la Cámara de Representantes iniciaron este miércoles con sus maratónicos argumentos de apertura en el juicio político contra el presidente Donald Trump, en los que hicieron un llamado a los republicanos escépticos a unírseles para destituir al mandatario y según dicen “proteger nuestra democracia”.
Los abogados de Trump se sentaron a la espera de su turno, mientras el presidente criticaba el procedimiento a la distancia, amenazando burlonamente con enfrentarse a los demócratas al “sentarse en la primera fila y ver fijamente sus rostros corruptos”.
El reto que enfrentan los fiscales de la cámara baja está claro. Los demócratas cuentan con 24 horas durante los próximos tres días para presentar los cargos en contra de Trump, intentando persuadir no sólo a los inquietos senadores que permanecen sentados en silencio dentro del recinto, sino al público estadounidense que se encuentra profundamente dividido en torno al presidente y el proceso que enfrenta, en un año electoral.
El demócrata Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, delineó lo que los demócratas describieron como el “corrupto plan” del presidente para abusar de su autoridad presidencial y posteriormente obstruir la investigación del Congreso. Llamó a los senadores a no ver la política del procedimiento desde una postura “cínica”, pidiéndoles enfocarse en la intención de los fundadores del país que presentaron el recurso del juicio político.
“En los próximos días, les presentaremos a ustedes, y al pueblo estadounidense, la extensa evidencia que se recabó durante la investigación en la Cámara de Representantes sobre el abuso de autoridad del presidente”, dijo Schiff, de pie ante el Senado. “Escucharán testimonios al mismo tiempo que el pueblo estadounidense. Eso, si ustedes lo permiten”.
La mayoría de los senadores permanecieron en sus escritorios durante toda la sesión, como lo estipulan las reglas, aunque algunos se levantaron para estirar las piernas o apoyarse contra el muro de la cámara.
Los procedimientos se llevan a cabo al inicio de un año electoral y hay pocos indicios de que los republicanos estén interesados en citar a más testigos o de querer llegar más allá de una evaluación acelerada antes de votar los cargos relacionados con las interacciones de Trump con Ucrania.
El juicio representa apenas la tercera ocasión en que el Senado debate la posible destitución de un presidente. Los demócratas argumentan que Trump abusó de su autoridad al solicitarle a Ucrania que investigara a su rival político Joe Biden mientras retenía importante ayuda militar, y que además obstruyó al Congreso al rehusarse a entregar documentos o permitir el testimonio de funcionarios durante la pesquisa de la Cámara de Representantes. Los republicanos han defendido las acciones de Trump y se refieren al proceso como un intento politizado de debilitar al presidente en medio de su campaña de reelección.
Un nuevo sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research revela que el público está ligeramente más inclinado a que el Senado condene y destituya a Trump, un 45%, por 40% que dice que debería ser absuelto. Pero un gran porcentaje, el 14%, señalan que no saben lo suficiente al respecto para formarse una opinión.
Alegatos de los demócratas
El Senado de Estados Unidos comenzó a escuchar los alegatos iniciales el miércoles del juicio político del presidente Donald Trump, con los procedimientos ya en vía rápida. Para empezar, los fiscales demócratas plantearon el caso de que Trump "abusó de sus poderes presidenciales y debería ser destituido".
Después de que las deliberaciones sobre las reglas prácticamente aseguraron que no comparecerían más testigos, el juicio se aceleró. Hubo pocas señales de resistencia republicana para rápidamente evaluar, y votar, los cargos relacionados con la forma en que Trump manejó Ucrania.
Los senadores rechazaron todo intento de traer a nuevos testigos -incluso asesores de Trump- y es probable que lo vuelvan a hacer la próxima semana.
El magistrado presidente John Roberts dio inicio a la sesión mientras los senadores se preparaban para días largos.
Trump, quien está en Davos, Suiza, asistiendo al Foro Económico Mundial, insinuó que estaría abierto a que testifiquen sus asesores, pero rápidamente dio marcha atrás cuando dijo que habría preocupaciones de “seguridad nacional”.
“Le dejaré en manos del Senado”, dijo Trump en cuanto a los testigos.
Los demócratas argumentan que Trump abusó de su poder al pedirle a Ucrania investigar a rivales políticos mientras retenía apoyo militar crucial y también obstruyó la labor de investigación del Congreso al negarse a entregar documentos o permitir a funcionarios testificar en la pesquisa de la Cámara de Representantes, donde los demócratas son mayoría. Los republicanos han defendido las acciones de Trump y tachan el proceso de un esfuerzo políticamente motivado para debilitar al presidente durante su campaña para la reelección.
El representante Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes que encabeza el proceso, mencionó en los alegatos iniciales a Alexander Hamilton y los otros Padres Fundadores del país que incluyeron el juicio político en la Constitución.
“Estamos hoy en esta sagrada cámara, garantizando esta solemne medida sólo por tercera vez en la historia porque Donald J. Trump, el presidente 45 de Estados Unidos, ha actuado precisamente como temían Hamilton y sus contemporáneos”, dijo Schiff.
Los fiscales de la cámara baja tendrán 24 horas en los próximos tres días para presentar su caso. A eso le seguirán otras 24 horas divididas en tres días para que los abogados del presidente expongan su defensa. Se espera que sólo descansen el domingo.
Después, pasarán 16 horas para que los senadores -que deben estar sentados en silencio en sus escritorios, sin discursos ni celulares- pregunten por escrito, y posteriormente otras cuatro horas de deliberaciones.
Para finales de la próxima semana se espera que haya una última votación sobre si quieren o no escuchar a más testigos, y parece que muy probablemente eso sea el final, concluye el portal.
Fuente: Diario Las Américas