Bernie Sanders está recibiendo cada vez más presión para ponerle fin a su carrera por la nominación demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos.
El Político
Una contienda rara, cada día más opacada por la crisis del COVID-19, que parecería haberse definido de facto sin que siquiera todos los Estados tengan la posibilidad de votar en la instancia de primarias. A juzgar por la prensa estadounidense, Joe Biden es ya el nominado.
Él también actúa como si lo fuera, pero la realidad es que Bernie Sanders continúa empujando por su lugar, aunque ese peso es cada vez más difícil de enfrentar.
En recientes declaraciones a la prensa, el actual Senador por Vermont ha dicho que sabe que su capacidad de ganar la elección primaria depende de un camino muy acotado. Tan acotado que según ha trascendido en las últimas horas hasta sus colaboradores más cercanos le han recomendado ponerle fin a su campaña.
Lo cierto es que matemáticamente todavía tiene posibilidades. Muy pocas pero las tiene. De aquí al fin de las elecciones primarias –una fecha incierta ya que con las cancelaciones de varios procesos electorales debido al coronavirus, hay Estados donde todavía no está claro cuándo o de qué modo van a votar-, Sanders debería ganar todas las contiendas que quedan con un sesenta por ciento de ventaja. Algo que hasta ahora sólo logró en su Estado, Vermont, y en Nevada.
De los restantes Estados, en los próximos días sólo Wisconsin es una primaria que aporte un número interesante de delegados (90 delegados en juego este martes). Más allá de la polémica que hay en este Estado porque no se está cancelando la primaria ni la votación en persona (diez Alcaldes enviaron una carta al Gobernador intimándolo a que cancele la elección), las encuestas no son alentadoras allí para Sanders. Biden le saca una ventaja de dos dígitos en intención de voto.
Muchos se preguntan por qué sigue intentándolo Sanders cuando todo está tan difícil para él. Hay varias respuestas dando vueltas a esta pregunta. Por un lado, varias personas cercanas a su campaña han declarado públicamente que Bernie Sanders es un hombre que toma decisiones lentas y que no estaría dispuesto a reconocer todavía que ya perdió la primaria.
Otros, como Faiz Shakir, su director de campaña que se ha negado a hablar con la prensa en los últimos días (alimentando rumores de que sería uno de los que están aconsejándole a Sanders retirarse), han dicho en varias ocasiones en el pasado que siempre existe la posibilidad de un desplome del candidato principal y que en esa situación se necesita una opción.
El propio Sanders ha justificado en las últimas semanas su permanencia en la contienda asegurando que él representa a la América progresista y que la gente merece tener opciones sobre todo en tiempos de crisis como los que se viven.
Si algo hemos aprendido de primarias en el pasado es que los candidatos suelen quedarse en la contienda incluso después de saber que no lograrán ganar porque cuanto más duren en campaña más posibilidades tienen de imponer sus ideas en la agenda de quien finalmente termine siendo el nominado.
Pero la situación hoy es diferente al pasado. A muchos demócratas les preocupa que con un país en crisis sanitaria y a punto de entrar en una violenta crisis económica, con una campaña casi paralizada, seguir extendiendo el momento de proclamar el candidato pueda jugarles en contra a la hora de recaudar fondos. En las últimas semanas ninguna de las campañas ha podido recaudar dinero (ni las demócratas ni la republicana).
La nominación oficial de Biden, si este terminara siendo el candidato, pudiera demorarse más que de costumbre (la convención fue cancelada en julio y se cambió la fecha para agosto) y pudiese perder el impacto que suele tener (el propio Joe Biden sugirió que el proceso de la convención sea modificado a un sistema digital para evitar contagios por el coronavirus).
Quizás es por eso que varios demócratas reconocidos han pululado los programas políticos del fin de semana pidiéndole abiertamente a Bernie Sanders que renuncie, para tener un candidato oficial antes de llegar al proceso de la Convención. Se presume que esta será una semana clave para la definición de Sanders.
Fuente: Infobae