Ron DeSantis, gobernador de Florida, comienza a sopesar los desafíos de una campaña para La Casa Blanca. Quien ganase la gobernación en la primera oportunidad, por un estrecho margen, sabe que las condiciones de competencia son otras y luce está dispuesto a enfrentarlas… Pero no ha cambiado su "plan de batalla".
El Político
El gobernador DeSantis trata de alejar las malas noticias que sobre su desempeño en las encuestas, titulares sobre recortes de personal y problemas financieros.
"¿Están listos para ayudarme a enviar a Joe Biden a su sótano en Delaware?,"fue la frase inicial de su concentración en Carolina del Sur, estado clave por ser de los primeros en votar en primairias. La misma con la que ha iniciado sus mítines en otras localidades de los Estados Unidos.
¿Un reinicio?
De acuerdo con CNN, los comentarios de DeSantis fueron una copia del discurso que ha pronunciado en las paradas de campaña durante semanas.
A la mañana siguiente, dio a conocer otra prioridad dirigida a la "progresivos o wokeness" en la sociedad, esta vez dirigida a los militares. Ese es otro de sus temas más recurrentes. Después de todo, ha hecho de un lema que su estado, Florida, es "donde lo woke va para morir".
Además, DeSantis ha insistido en evitar criticar al expresidente Donald Trump, su mayor rival, en el contexto de los problemas legales de este último. En vez de eso, dirigió sus críticas para los investigadores federales a cargo de esos casos y no en las acciones de su principal rival para la nominación republicana de 2024.
"Si soy el nominado, podremos centrarnos en los fracasos del presidente Biden, y yo podré articular una visión positiva para el futuro", dijo DeSantis en la entrevista con la cadena estadounidense de noticias..
"No creo que nos sirva de nada tener unas elecciones presidenciales centradas en lo que ocurrió hace cuatro años".
¿Recortes de gastos o problemas financieros?
No es un secreto que el equipo de DeSantis ha comenzado a recortar gastos, menos de dos meses después de su lanzamiento, señal de una operación política que quizá se expandió demasiado rápido.
Durante el fin de semana, se confirmaron los despidos de una decena de miembros del personal de planificación de eventos. También se notó una disminución en el personal de seguridad que acompaña al candidato.
El recorte se produce a pesar de que DeSantis recaudó 20 millones de dólares en las primeras seis semanas después de saltar a las primarias del Partido Republicano.
Otros indicadores preocupantes son la dependencia de las grandes donaciones, que pueden sugerir un apoyo popular insuficiente. Además, unos 3 millones de dólares de su recaudación proceden de donaciones que no pueden gastarse hasta las elecciones generales.
Su campaña también ha gastado mucho dinero.Según los registros financieros de la campaña, en seis semanas, DeSantis gastó 686.000 dólares en viajes, incluidos los ocasionados por los vuelos en aviones privados, y su nómina superó el millón de dólares.
De hecho, se sabe que DeSantis envió un comunicado confidencial a sus donantes instándolos a que lo ayuden a superar la diferencia de votos con el expresidente Trump, diferencia que supera los 30 puntos.
Iowa parte del reinicio
Con sus números en las encuestas estancados y menos dinero disponible de lo previsto, se espera que DeSantis vuelva a centrar sus esfuerzos de campaña en Iowa, que se ve cada vez más para el gobernador de Florida, dentro de su órbita política, como un estado que debe ganar.
DeSantis visitó Iowa a principios de este mes para una gira por varios condados y para hablar con los influyentes votantes evangélicos del estado. En un evento que Trump obvió.
Su equipo se afianza en destacar los recientes ataques del ex presidente a la gobernadora republicana de Iowa, Kim Reynolds, que incluía una réplica falsa de la voz de Trump generada a través de una nueva y controvertida tecnología de IA.
"Vamos a seguir construyendo ese impulso. Es un proceso estado por estado y hacerlo bien en esos estados marca una gran diferencia para cuando llegas a Carolina del Sur".
DeSantis ha expresado su confianza en la estrategia que le ha llevado hasta aquí, que, por ahora, le deja muy por delante del resto del campo, pero firmemente por detrás de Trump.
Este fin de semana, DeSantis viajará a Utah, donde se espera que se reúna con legisladores estatales republicanos, un grupo que se ha convertido en clave para sus esfuerzos por conseguir apoyo local.
El gobernador calificó el gasto de su campaña como "inversiones" para ganar estados de nominación temprana y desestimó las sugerencias de problemas financieros.
"En el segundo trimestre, fuimos candidatos durante unas cinco semanas y media, nuestra campaña recaudó 20,1 millones de dólares. Joe Biden es el Presidente en ejercicio de Estados Unidos. En su comité de campaña, no el DNC, recaudó 19,9 (millones de dólares), Donald Trump recaudó 17,7 millones de dólares y Trump gastó más que nosotros".