Durante la reunión del G20, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, aprovecharon la oportunidad para reunirse -al margen de la cumbre- y llegar a ciertos convenios para reiniciar los acuerdos comerciales entre ambas naciones, informó dw.com.
Por Redacción El Político
En la ciudad japonesa de Osaka, Donald Trump y Xi Jinping acordaron un alto al fuego en la guerra comercial entre ambas naciones.
El lunes el habitante de la Casa Blanca afirmó que reinició las negociaciones comerciales con China después de llegar a una tregua el pasado sábado con el primer mandatario chino.
En la rueda de prensa que ofreció Trump en Washington los comunicadores sociales presentes le preguntaron a si se habían iniciado las conversaciones con China, a lo cual respondió: "Ya comenzaron", agregó que los negociadores de ambos países han dialogado mucho vía telefónica, y aseguró que también se han reunido personalmente, aseveró dw.com.
Una de las propuestas que hizo Estados Unidos fue no imponer más aranceles a los productos realizados en la nación de Xi Jinping, mientras llegan a un convenio final.
Otro de los ofrecimientos del mandatario estadounidense fue eliminar ciertos obstáculos que habían puesto a las exportaciones de tecnología norteamericana a la empresa china de telecomunicaciones, Huawei.
Este aspecto fue censurado por los integrantes del Congreso de los Estados Unidos.
El mandatario norteamericano insinuó -en la rueda de prensa que ofreció en la Casa Blanca- que el convenio que realizaría con China estaría dirigido a favorecer a los Estados Unidos.
Aseveró que "Deberá ser mejor para nosotros que para ellos porque ellos han tenido grandes ventajas durante muchos años”. Agregó que "no podía realizar un compromiso 50 y 50″, sino que debía ser un convenio que beneficie a los Estados Unidos.
Cabe destacar que antes del encuentro, Washington imputó a Pekin de realizar prácticas comerciales desleales y de desconocer el derecho de la propiedad intelectual de la tecnología de los Estados Unidos consiguiéndola de forma forzada o robándola.
Por esas causas, Donald Trump amenazó en -varias ocasiones- que iba a implantar aranceles ubicados entre el 10 y el 25% cuyo monto sería -aproximadamente- 325 mil millones de dólares en importaciones chinas, estos anuncios preocuparon a muchísimas compañías y a los mercados internacionales.
Al llegar a una resolución con China implica que Trump ya no va a incrementar los aranceles a los productos de ese país, pero aún mantiene vigente los aranceles a productos chinos por 250 mil millones de dólares, por su parte, Pekín prosigue con los gravámenes a importaciones de los Estados Unidos por 110 mil millones de dólares.
El problema entre las dos naciones se debíó al desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, país que exporta 419 mil millones de dólares más de lo que importa desde Estados Unidos.