La presidencia de Donald Trump en EEUU es mundialmente conocida por el caos que impera en el gabinete del 45º mandatario de la nación. Un caos que empezó a afectar a la reputación de la propia Administración en febrero de 2017 con la caída del general Flynn como Asesor de Seguridad Nacional. Dicho abandono se produjo apenas un mes después del inicio de mandato de Trump, debido a la vinculación de Flynn con la denominada "trama rusa". Y, desde que comenzó la actividad gubernamental en esa Administración, la diplomacia del presidente brilla por su ausencia. Bastaría con preguntarle al antiguo director del FBI, James Comey, que se enteró de su despido por televisión, reseñó 20minutos.es.
El Político
Más allá de las numerosas dimisiones y expulsiones que también han dividido en pedazos a la Administración Trump, han influido otras circunstancias tales como los escándalos personales del presidente, como lo es la grabación machista de 2005 en la que hablaba muy polémicamente sobre las mujeres, o la sonada controversia de que su hija Ivanka y el vicepresidente Mike Pence utilizaron su correo personal para asuntos de Estado (Trump pidió cárcel para Hillary Clinton por hacer lo mismo). También otros aspectos como sus constantes descalificativos, ofensas a numerosos líderes políticos, sus amenazas a países extranjeros cuando no cumplían sus pretensiones, etc, según reseña el reportero Enrique Forján.
El próximo año, el sillón del Despacho Oval podría estar ocupado de nuevo por el magnate, o por un demócrata en caso de conseguir arrebatarle la Casa Blanca. De ahí la pregunta que muchos se plantean: ¿Es posible, después de todo lo ocurrido en estos años, que Trump renueve mandato?
"El país se ha polarizado desde que Trump ha intentado cambiar las normas tradicionales"
"El triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones presidenciales no se trató de una revolución, sino de que el electorado estadounidense está dividido y polarizado", explica a 20minutos Pedro Rodríguez, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas. "Y lo está desde que él ha tratado de cambiar las normas tradicionales de Estados Unidos", añade.
La victoria de Donald Trump sorprendió hasta en las filas del propio Partido Republicano, quienes llegaron a pensar que no solo perderían las elecciones presidenciales, sino que los demócratas también se harían con el control de la Cámara de Representantes y el Senado. Nada más lejos de la realidad, pues el huracán Trump arrasó sobre los demócratas y logró tanto la Casa Blanca como el control de las dos Cámaras.
En opinión del director del Hispanic Council, Daniel Ureña, "fue un cambio en el paradigma político del país por la ruptura con el establishment que supuso su victoria". Además, cree que "el triunfo del magnate supuso un cambio en la forma de entender la política americana y que muchos aún están tratando de encontrar su sitio tras esta situación".
"Trump se enfoca en un puñado de estados clave y le basta"
Hay que recordar que la llegada de Trump a la Casa Blanca ya venía dañada por la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales que le auparon al poder. Un hecho que, a día de hoy, continúa bajo sospecha. El último intento de acabar con su polémico mandato ha sido el impeachment que los demócratas promueven sobre él, en el que es el tercer intento de hacer caer a un presidente tras Andrew Jackson y Bill Clinton.
Pedro Rodríguez explica que son numerosos factores los que influyen en que el magnate esté al mando en la Casa Blanca: "Trump ha llegado al poder de una manera completamente distinta a los anteriores mandatarios, al jactarse de no seguir las reglas y convertir en un show su gestión, lo cual es profundamente amado por sus votantes".
Algunas de sus frases que más polémica levantaron en la campaña fueron: "Podría disparar en la Quinta Avenida y no perdería votos". "En este país hablamos inglés, no español", "Qué mujer más asquerosa" (a Hillary Clinton en el tercer debate presidencial). Sin embargo, en nada le afectó de cara a sus votantes, salvo en que perdió el voto popular por tres millones de votos y logró alcanzar la Casa Blanca por su ajustada victoria en los estados de Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
"Obtiene una victoria ajustada, pero que, al enfocarse en un puñado de estados clave, le basta para hacerse con el apoyo necesario", añade Pedro Rodríguez. Respecto a un posible impeachment, considera que "depende de muchas circunstancias, y que existe un dilema moral, ya que los demócratas no pueden seguir mirando a otro lado, pero los republicanos tampoco pueden seguir ignorando todo lo que ocurre en la Administración Trump".
Mientras, Daniel Ureña asegura que, muy a pesar de todos sus escándalos, "Trump cuenta con una ventaja esencial para un candidato a la presidencia; quienes le apoyan son inmensamente leales a su figura". "Ha surtido efecto -destaca-, pues a lo largo de este tiempo, se ha mantenido la estabilidad en sus niveles de popularidad".
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Fuente: 20minutos.es