El duelo Lula contra Bolsonaro activa la tradicional confrontación entre derecha e izquierda en Brasil
El Político
Lula Da Silva de izquierda y Jair Bolsonaro de derecha se enfrentan en un torneo electoral pese a que aún queda un año y siete meses para las próximas presidenciales.
Un nuevo capítulo judicial que anuló las condenas contra el expresidente Luiz Inázio Lula da Silva le abrió la puerta a ser candidato presidencial en 2022.
Como contraparte, el discurso del presidente Bolsonaro se radicaliza para enfrentar al jefe del Partido de los Trabajadores.
Incertidumbre jurídica en el duelo de Bolsonaro y Lula
Una sesión del Tribunal Supremo de Brasil debatió si el juez Sergio Moro, que condenó a Lula por corrupción, fue imparcial. Uno de los cinco jueces pidió más tiempo para estudiar el asunto por lo que la sesión fue suspendida para ser retomada en otra fecha.
Miles de personas siguen la transmisión del debate por los medios de comunicación. La sesión del martes difundida en directo en el canal de YouTube del tribunal.
Cinco magistrados del Supremo debatieron por videoconferencia desde sus hogares si el antiguo juez Sergio Moro actuó de modo parcial al juzgar y condenar al izquierdista Lula.
El futuro político de Moro está en manos del Supremo colateralmente, el de decenas de condenas de la Lava Jato que mandaron a prisión a poderosos políticos y empresarios.
La candidatura de Lula favorece a Bolsonaro
Los comentaristas discrepan sobre si un Lula candidato perjudica o beneficia las posibilidades de reelección de Jair Bolsonaro.
Está por verse si Lula logra superar en los 19 meses que quedan hasta las elecciones el odio visceral que le profesa buena parte de los brasileño. Bolsonaro por su parte, ha perdido apoyo tras su mala gestión ante la pandemia del covid-19.
Algunos analistas sostienen que el rechazo al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula reforzará a Bolsonaro.
El duelo Lula y Bolsonaro agudiza la polarización
El regreso del izquierdista a la escena política supone un desafío para quienes defienden que una candidatura desde el centro derecha hasta la izquierda es la que tiene mayores opciones de derrotar a la extrema derecha que lidera Bolsonaro.
La maniobra del juez Fachín
La decisión sobre Lula —el fallo judicial con más impacto político en tiempos recientes— la tomó el juez Edson Fachin en soledad. No entró a valorar si Lula es inocente o no, sino que concluyó que Moro no tenía competencias para juzgarle.
Y por eso envía los casos a un tribunal federal a Brasilia. El magistrado ni siquiera advirtió a sus pares del alto tribunal. A ellos, como al resto de brasileños, la noticia les tomó por sorpresa.
El profesor de derecho penal y abogado criminalista Fernando Hideo Lacerda lo explica por teléfono en los siguientes términos: “El juez anula en solitario la sentencia que mantuvo al mayor líder político del país casi dos años en la cárcel. ¿Por qué? Por estrategia.
Busca proteger a Moro y a los fiscales de un eventual juicio sobre su suspensión (si se considera que no fue imparcial)”.
Condena a Moro y lucha anticorrupción
El temor de Fachin sería que, si Moro es condenado por no ser imparcial en el caso Lula, eso podría contagiar a toda su labor en el gran caso contra la corrupción que sacude Brasil, desatar una catarata de recursos y pulverizar todo lo logrado en estos años.
Para complicar aún más el asunto, la principal prueba son los mensajes intercambiados en Telegram por Moro con los fiscales que obtuvo un pirata informático y entregó a The Intercept. No está claro que sean admitidos como prueba.
Lula juega a la víctima
Lula se considera víctima de una persecución política y judicial desde hace cinco años. Su equipo de abogados denunció a Moro ante el Supremo en diciembre de 2018, en cuanto el antiguo juez aceptó entrar en el Gobierno de Bolsonaro.
Lula salió de la cárcel tras 19 meses, pero inhabilitado para concurrir a unos comicios, Moro rompió con el mandatario ultraderechista y se fue del Gobierno.
Bolsonaro dio la espalda a su discurso contra la corrupción y enterró Lava Jato… y apareció la pandemia, que ha matado a más de 260.0000 brasileños y ha contagiado a casi 11 millones. Y tiene toda la red hospitalaria en una situación crítica.
La justicia se enreda con la política
El profesor Hideo Lacerda sostiene que “el sistema de justicia está actuando fraudulentamente como actor político”.
Él está entre los que afirman que la anulación de los casos contra Lula llega con cinco años de retraso.
El jefe de los fiscales , Deltan Dallagnol, también expresó en Twittero su disgusto con un sistema judicial “que rediscute y redecide lo mismo decenas de veces y favorece la anulación de procesos criminales”.
Para Dallagnoll y su equipo la clave es preservar el legado de la Lava Jato.
Fuente: El Pais