La verdad es que los judíos han estado bien jodidos. La Historia ha sido testigo de sus persecuciones, éxodos, guerras y exterminios.
Los judíos han sido acusados por los nacionalistas de ser generadores del comunismo, y por los comunistas de regir el capitalismo.
Eduardo Montalvo/El Político
Cuando gastan su dinero, se les reprocha por ser ostentosos; cuando no lo gastan, de ser avaros. Son tildados de astutos negociantes y de traidores. Así que, no importa lo que hagan o dejen de hacer, los judíos siempre salen jodidos.
Aún a pesar de nuestra evolución como civilización, el sentimiento antisemita sigue vivito y coleando. Una prueba de ello fueron las recientes elecciones británicas, donde el candidato socialista, Jeremy Corbyn, un confeso simpatizante de la causa palestina perdió las elecciones, en parte, por su postura antisemita.
En nuestro país, el Departamento de Estado ha alertado sobre un aumento continuo del antisemitismo y estableció que la negación del holocausto y la oposición a la política israelí son usadas para promover o justificar el antisemitismo.
En el Medio Oriente, una coalición de países árabes ha estado luchando contra Israel a favor de la causa palestina, siendo Estados Unidos el único aliado de los judíos. Pero nuestro apoyo no se limita sólo a ayuda militar. El Presidente Trump tomó la decisión de mudar nuestra embajada a Jerusalén, reconociendo así a esta ciudad como la capital de Israel de facto.
Trump también promulgó una ley destinada a detener la ayuda económica estadounidense a la “Autoridad Palestina”, acusada de fomentar actos terroristas contra Israel. Y, recientemente, Trump firmó una orden ejecutiva que garantiza protección a los judíos contra su discriminación en colegios y universidades estadounidenses.
Estas tres medidas demuestran el grado de compromiso del Presidente Trump con Israel y con los judíos en general, quienes representan el 2.3% del total de nuestra población de nuestro país, es decir, unos 7.5 millones, siendo ésta la segunda concentración de judíos más grande en el mundo, después de Israel (9 millones).
En lo personal, Trump también está muy comprometido con la comunidad judía: Tiene un yerno judío (Jared Kushner) y una hija convertida al Judaísmo (Ivanka). Además, él ha fomentado relaciones comerciales con judíos y es amigo del Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu. Pero, ¿apoyan los judíos a Trump?
Hay que reconocer que los judíos americanos han votado, tradicionalmente, por los demócratas / liberales, y que apoyaron mayoritariamente a Hillary Clinton en las elecciones del 2016. Ellos no representan un electorado estadísticamente significativo, pero su capacidad de contribución económica a las campañas electorales sí lo es, y el Presidente Trump lo sabe muy bien.
Por eso, las medidas adoptadas por el Presidente Trump a favor de esta comunidad están dirigidas a lograr que la balanza se incline a su favor en las próximas elecciones, tanto en las urnas, como en las arcas.¡Definitivamente, con Trump, los judíos ya no están tan jodidos!
Eduardo Montalvo
305-417-0143