El Pentágono, impulsado por el dramático asesinato del líder del Estado Islámico, está aumentando los esfuerzos de Estados Unidos para proteger los campos petroleros de Siria del grupo extremista, así como de la propia Siria y de los aliados rusos del país. Se trata de una nueva misión de alto riesgo, incluso cuando las tropas estadounidenses se retiran de otras partes del país, reseñó AP.
El Político
En torno a esto, el secretario de Defensa, Mark Esper, afirmó que la misión militar en los campos petroleros también asegurará ingresos para los kurdos sirios con los que Washington cuenta para seguir protegiendo a los prisioneros del Estado Eslámico y ayudando a las fuerzas estadounidenses a combatir los restos del grupo, incluso mientras el presidente Donald Trump sigue insistiendo en que todas las tropas de Estados Unidos regresen a casa, según reseña el reportero Robert Burns.
"No queremos ser policías en este caso", expresó Trump este lunes, refiriéndose al papel de Estados Unidos tras la incursión de Turquía en Siria. Ante la advertencia de Turquía de que invadiría y crearía una "zona segura" en el lado sirio de la frontera, Trump ordenó a las fuerzas estadounidenses que se retiraran, abandonando efectivamente a una milicia kurda que se había asociado con las tropas estadounidenses.
Esper y el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, hablaron en una conferencia de prensa del Pentágono para reconocer la exitosa misión de las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos el pasado sábado, que terminó con la explosión del líder del ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi. Esper dijo que la muerte de al-Baghdadi fue un "golpe devastador" para una organización que ya había perdido su control sobre una amplia franja de territorio en Siria e Irak.
Mientras que Milley afirmó que Estados Unidos se había deshecho de los restos de al-Bagdadi "apropiadamente" y de acuerdo con las leyes del conflicto armado. También dijo que las fuerzas estadounidenses recuperaron información de inteligencia no especificada del sitio, que describió como un lugar en el noroeste de Siria donde el líder del ISIS había estado "permaneciendo de manera consistente".
Asimismo, un perro militar de EEUU que fue herido levemente en la redada se ha recuperado y está de vuelta en el trabajo, detalló Milley.
Esper insinuó que se avecina una gran incertidumbre en Siria, a pesar de que el Estado islámico ha perdido a su líder inspirador, con el gobierno sirio explorando el apoyo de Rusia e Irán.
"La situación de seguridad en Siria sigue siendo compleja", agregó Esper.
En gran parte, esa complejidad nace del rejuvenecimiento del campo de batalla desde que Trump ordenó a principios de este mes la retirada completa de las tropas estadounidenses de las posiciones a lo largo de la frontera turca en el noreste de Siria. Mientras esas tropas se van, otras fuerzas estadounidenses se dirigen a la región petrolera de Siria oriental, al este del río Éufrates.
Fuente: AP